TERCERA PALABRA: «He aquí a tu hijo, he aquí a tu madre»

Jesús ante la cercanía de su muerte ofrece un testamento. Y nos entrega lo que humanamente más nos cuesta como es desprendernos de nuestra Madre.

El poeta cristiano que ante este momento sólo susurra: Hijo tuyo quiero ser, sé Tu mi Madre Señora: que mi alma desde ahora con tu amor va a florecer.

Por mi parte yo sólo le dirijo a Dios una oración: Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz y, olvidándome de tus tormentos, me dejaste con amor y comprensión a tu Madre dolorosa, para que en su compañía acudiera yo siempre a Ti con mayor confianza, ten misericordia de todos los hombres que luchan con las agonías y congojas de la muerte, y de mí cuando me vea en igual momento.

Señor , por el eterno martirio de tu madre amantísima, aviva en mi corazón una firme esperanza en los méritos infinitos de tu preciosísima sangre, entender que cuando me toque sufrir, no me HAS DEJADO DE TU MANO, sino que en mi dolor quieres que eleve una plegaria.

Señor haz que sienta confianza que en este mundo donde el amor no es parte de nuestra vida entendamos que Tú nos ofreces la maternidad y filiación para seguir luchando.

(Autor: R.P. Edwin Castro Juárez)

Las 7 Palabras

PRIMERA PALABRA: «Padre perdónalos por que no saben lo que hacen»

SEGUNDA PALABRA: «En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso»

TERCERA PALABRA: «He aquí a tu hijo, he aquí a tu madre»

CUARTA PALABRA: “Dios mío, Dios mío ¿Porqué me has abandonado?”

QUINTA PALABRA: «Tengo sed»

SEXTA PALABRA: «Todo está consumado»

SÉPTIMA PALABRA: «Padre en tus manos encomiendo mi espíritu»