La Dirección Regional de Salud (Diresa) pidió al Ministerio de Salud la transferencia de 4 millones de soles para seguir con el control del dengue en diciembre y enero, como parte de la aprobación de la prórroga de la emergencia sanitaria actual que existe en Piura, con el fin de tener presupuesto para las acciones de vigilancia y control durante los meses de diciembre y enero del próximo año.

Edwar Pozo Suclupe, director de Inteligencia Sanitaria de la Diresa, señaló que, del dinero de la emergencia sanitaria 025, que culmina este 16 de noviembre, ya se ha ejecutado el 70 por ciento, esperando culminar el gasto total en las próximas semanas.

“Estamos pidiendo que nos prorroguen la emergencia para culminar algunos procesos pendientes y que a la vez se nos asigne 4 millones de soles para en diciembre y enero  contratar personal (inspectores), pago de  movilidad local, combustible, acciones de comunicación así como labores de  vigilancia epidemiológica”, explicó.

 

El funcionario argumentó que el pico del calor se da en los meses de febrero y marzo. Pero, tradicionalmente, en diciembre, el último mes del año no hay plata, y enero, el primer mes del próximo año tampoco hay plata porque los presupuestos no llegan de inmediato y no se pueden ejecutar.

 

“Son dos meses (enero y febrero) sin dinero y es cuando no podemos hacer nada en acciones de control del zancudo del dengue y todos los años empieza el brote del dengue en febrero”, sostuvo.

“Queremos cambiar la estrategia porque si nos dan la prórroga con los cuatro millones vamos a tener gente trabajando en diciembre y enero, y nos evitaríamos los problemas en febrero y marzo”, agregó.

Refirió que, por ahora, los casos de dengue siguen con mínima incidencia, reportándose entre 30 y 40 casos semanales en toda la región, sobre todo, en Chulucanas, Nueva Esperanza, cercado de Castilla, Consuelo de Velasco y Tambogrande, sectores con mayor incidencia.

Por otro lado, Pozo lamentó la drástica restricción del servicio de agua en algunos sectores de Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre, situación que obligará a la población a almacenar mucho más cantidad de agua en recipientes. Esto advierte el riesgo que esos recipientes no estén bien tapados y puedan ser criaderos de zancudos en las casas.