La directora regional de Trabajo y Promoción del Empleo, Verónica Luy Delgado, anunció la creación de un Sistema de Registro de Trabajo Infantil (Sirti) en Piura, con la finalidad de identificar a los niñas, niños y adolescentes en riesgo o involucrados en el trabajo infantil, para luego derivarlos a un conjunto de servicios que contribuyan a combatir esta problemática y retribuirles sus derechos vulnerados.

Indicó que, de esta forma, se obtendrá información que estará a disposición de todos los actores en materia de trabajo infantil, para el ajuste y diseño de servicios y programas destinados a combatirlo.

Asimismo, explicó que este sistema se aplicará en los distritos identificados con alta tasa de trabajo infantil, y los factores a los que está asociado, como proporción de viviendas vulnerables (por ejemplo frente a episodios de desastres naturales), la educación de los padres, proporción de unidades agropecuarias, y la magnitud de la población menor a 6 años de edad.

En la región Piura, la tasa de ocupación infantil y adolescente, que comprende la población de 5 a 17 años, se redujo en los cinco últimos años. De una tasa de 32,4%, en el año 2012 disminuyó a 22,7% en el 2016, es decir 5 puntos porcentuales.

Así lo señala el Observatorio Socio Económico Laboral de la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo de Piura, según información extraída de la Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza (Enaho).

El trabajo infantil se refiere a todo trabajo que es física, mental, social, moralmente perjudicial o dañino para el niño e interfiere en su escolarización privándolo de ir oportunamente a la escuela, obligándolo abandonar prematuramente las aulas.

En el Perú, la cuarta parte de la población entre 5 y 17 años participa en actividades económicas, es decir, alrededor de 2 millones de niñas, niños y adolescentes.

Estos en su mayoría dedican en promedio 15 horas a la semana a la realización de actividades económicas y comparten esfuerzos con sus tareas educativas. 

La magnitud del problema es muy superior en los hogares del ámbito rural porque allí se establece un escenario que coadyuva la entrada de los menores en actividades como la agricultura y el cuidado de los animales (60% de los niños en actividades extractivas).