Lo que ha sucedido en el Perú no tiene límites. Al fin, el Perú viene encontrándose a sí mismo. Se ha dado cuenta que la corrupción es parte integrante de sí mismo y no es solo “las autoridades” son las culpables.

Las autoridades no vienen de otra galaxia, cada cierto tiempo cambian y son de distintos partidos y movimientos. El Perú viene entendiendo que el tema de la corrupción no es patrimonio de un solo partido o movimiento.

Resulta que, en menos de un año, el Perú ha asistido con estupefacción a mirar que todos los poderes del estado están sacudidos por la corrupción y busca desesperado salidas. Muchos ansían una dictadura militar, lo que no recuerdan es que el 75% de gobiernos en la historia del Perú han sido dictaduras militares o cívicos militares.

Parte de esa corrupción viene de ese tiempo, de esa forma de concebir el Poder. Lo que el Perú ha descubierto con asco no es nuevo, lo que debe ser nuevo es la forma de enfocarlo. La Refundación del país debe ser de abajo hacia arriba, el pueblo debe dejar de ser un país que se resigna a no cambiar y debe enfocarse así mismo.

Debe asumir una responsabilidad ganadora, una ganancia responsable. Debe entender que las “autoridades corruptas” son en realidad la misma sociedad peruana con sus características particulares, con su forma o manera de ser.

El día que el pueblo entienda que es el actor central de todas las cosas que se dan en el Perú, pues caminaremos a la liberación de nuestro destino negro. El día que sintamos que es nuestro país y no un país ajeno, entonces seremos libres.

Nos quejamos que el país está chilenizado, ¿qué hacemos para evitarlo?, ¿sólo marchas para echarlos? ¿Quieres evitar la chilenización?, pues ponte a trabajar, invierte en tu patria, se creativo, haz empresa, da trabajo, se ordenado, se puntual, trabaja desde abajo, no pidas sino das, entrégate con fe a tus proyectos.

Si te va mal, llora y luego párate a seguir luchando. Luchar no es quemar llantas o gritar para que te escuchen, luchar es trabajar. Sal con fe a dar la vida por lo que crees, se ordenado. Para que tus sueños se conviertan en realidad, hazlos viables.

Proyecta ideas y busca que triunfen con un programa eficiente, deja de quejarte y ponte a trabajar por un mejor país, ordenado. Deja de mirar y participa. El Perú será feliz el día que deje de ser un país ajeno de sí mismo y deje de culpar a todos menos a nosotros mismos de nuestro destino. Ni más ni menos.