El serpentín de Pasamayo es una vía muy peligrosa debido a su sinuosidad y estrechez. Varios tramos no cuentan con guardavías, incluso, en algunos sectores la única barrera entre los vehículos y el precipicio son bolsas de arena apiladas al costado del camino.

Muro peligroso

En el lugar donde ocurrió el último accidente, existe solo un muro de menos de 50 centímetros de alto.

El jefe de la Policía Nacional, general Víctor Rucoba, declaró ayer que este tipo de muro, en vez de contener la caída, pudo haberla acelerado.

“Esta ruta debería tener otro tipo de barreras de contención para prevenir accidentes. También debería contar con señales reguladoras como ranuras que sacudan a los conductores dormidos o que viajan a exceso de velocidad”, señaló, en base a estudios de su institución.

Poca protección

El experto en temas de transporte y seguridad vial, Juan Dextre Quijandría, coincide en que existe un déficit de elementos de protección en el serpentín.

“Cuando se firmó el contrato de concesión [en el 2003], no se tomaron en cuenta los costos que demanda la instalación de nuevos elementos de seguridad y su mantenimiento. Por lo tanto, la concesionaria no está obligada a colocarlos”, explicó.

En tanto, según el gerente de supervisión del Organismo Regulador de la Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), Francisco Jaramillo, la concesionaria Norvial está obligada a mantener la calzada, la señalización y las torres de auxilio que ya existían antes de la firma del contrato.

Fuente: El Comercio