Piura centro se encuentra en crisis: las casonas se caen a pedazos, la Plaza de Armas se esconde tras un gran plástico negro, los muros y postes han sido empapelados con un sinfín de afiches que anuncian los servicios de algún “brujo del amor” y las calles están repletas de polvo, ambulantes y mendigos. El desagradable rugido de los motores, los gritos de los conductores y los constantes bocinazos complementan el triste paisaje urbano de una ciudad como Piura, que el próximo 15 de agosto cumplirá 435 años. “Vivimos entre ruinas y polvo”, declaró Víctor Velezmoro, historiador de arte y docente de la Universidad de Piura (Udep).
Según información disponible en el repositorio institucional del Ministerio de Cultura, el centro de Piura —también conocido como casco urbano o Piura cuadrada— se encuentra delimitado, por un lado, por la avenida Loreto y el malecón Eguiguren y, por el otro, las avenidas Bolognesi y San Teodoro. Además, cuenta con una extensión de 0,63 kilómetros cuadrados y un perímetro aproximado de 3,27 kilómetros.
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En el pasado, solía ser el principal punto de encuentro de los piuranos y foco turístico de la ciudad; sin embargo, con el transcurso de los años y la indiferencia de las autoridades, Piura cuadrada ha quedado en el olvido y acumula una gran cantidad de problemas.
Polvo y basura
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta Piura es la gran cantidad de polvo y basura en las calles. Al respecto, un funcionario de la Subunidad de Limpieza Pública de la Municipalidad de Piura (MPP) explicó que el aseo urbano consta de dos fases: servicio de barrido y recolección de residuos.
En el centro de la ciudad, el servicio de barrido se realiza a diario en dos turnos, mañana y tarde, y se lleva a cabo por 175 obreros nombrados y 49 contratados. Sin embargo, ante las lluvias, la Municipalidad implementó el servicio de desarenamiento con el fin de agilizar el retiro del polvo y barro de las principales calles y avenidas de la ciudad.
Sin embargo, a ojos de algunos residentes del centro, las acciones de la Municipalidad son insuficientes. Patsy Gutiérrez, representante de la Junta Vecinal Comunal (Juveco) de los edificios aledaños al parque Unidad Vecinal, ante la alta acumulación de polvo, los vecinos de la zona contrataron personal para limpiar el área. “Con respecto a la basura sí tenemos ayuda [del municipio], pero ya en el barrido, no”, declaró Gutiérrez. Asimismo, hizo un llamado a las autoridades y ciudadanos a trabajar de forma conjunta para garantizar la preservación de la ciudad.
Óscar Soriano, presidente de la Cámara Regional de Turismo de Piura (Caretur), también se pronunció respecto a la limpieza pública y destacó la importancia de que haya más tachos de basura. “Pretendemos que llegue un turista a la región, pero lo esperamos con una ciudad sucia”, sostuvo. Además, hizo hincapié en la falta de obras de modernización, lo que —para él— demuestra la poca visión que tenemos del desarrollo turístico de la localidad. “Piura se ha quedado en el tiempo”, declaró.
Casonas en decadencia
El deterioro del patrimonio histórico es otro de los desafíos a los que Piura debe hacer frente. De acuerdo con la base de datos de la Municipalidad Provincial de Piura (MPP), hace poco existían veinte casonas ubicadas en la zona centro; no obstante, ahora siete de ellas han sido demolidas y las otras trece se encuentran en mal estado de conservación.
Pedro Escajadillo Cumpa, arquitecto y docente de la Universidad de Piura (Udep), dice que la falta de proyectos vinculados con la preservación de estos monumentos históricos se debe, entre otros factores, a que no hay profesionales capacitados para renovar o brindar mantenimiento a estas estructuras. “Más que técnicas complejas, son técnicas que ya han quedado en desuso. Es muy raro encontrar gente que sepa trabajar esto y, si saben, el servicio es caro”, explicó.
Alberto Requena, profesor del departamento de Historia y Gestión Cultural de la UDEP, explicó que el poco uso de las casonas acelera su deterioro. Según declaró, las casas abandonadas quedan a merced de los vecinos que las utilizan como una especie de vertedero, o, también, las convierten en focos de criminalidad o de consumo de sustancias ilegales.
Ambos especialistas explicaron que otra cuestión a considerar es la mala relación del Gobierno con los propietarios, quienes son difíciles de contactar o muestran poco o nulo interés en el mantenimiento de estas edificaciones.
“En muchos casos, los propietarios prefieren que se pierdan, que se vayan cayendo poco a poco e, incluso, en algún caso, han dejado que se inunden o las han ido demoliendo por dentro”, dijo Escajadillo.
Requena explicó que este proceder por parte de algunos dueños se debe a que, al derrumbarse una casona, la propiedad deja de considerarse patrimonio y, en consecuencia, ellos pueden disponer del terreno para realizar actividades que crean más rentables.
Plaza de Armas
Otra edificación histórica que se encuentra en mal estado es la Plaza de Armas. Desde marzo, el acceso a ella se encuentra bloqueado por un conjunto de sacos negros y palos. No hay papeleras por ningún lado y, hasta hace poco, tampoco había bancas. Toda esta situación es producto de un proyecto de remodelación por parte de la Municipalidad que Escajadillo cree innecesario, ya que —a su parecer— habría bastado con hacer un buen trabajo de mantenimiento para mejorar el aspecto de la plaza.
De acuerdo con Alexandra Lara, psicóloga clínica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, el principal problema que acarrea el estado actual de la plaza es que dificulta la socialización entre los ciudadanos. Y es que, según Alberto Requena, “la Plaza de Armas histórica de Piura tiene una peculiaridad que no tienen otras: es una plaza de encuentro”. Y un lugar donde los jubilados se reúnen para conversar y los niños, para jugar.
Para Quian Castillo, segundo vocal del Colegio de Psicólogos de Piura, el mal estado de la plaza —y del centro en general— también podría causar que aumenten los niveles de ansiedad y estrés de los piuranos.
La falta de actividades culturales en Piura
Otra tarea pendiente en Piura es incrementar las actividades culturales en la región. “No hay ni una sola oferta cultural consistente”, afirmó Víctor Velezmoro. Para él, esta carencia se debe —en gran parte— a la falta de visión acerca del uso de espacios como el Teatro Municipal y el Museo Vicús que, en lugar de ser utilizados para contribuir al desarrollo intelectual y cultural de los piuranos, han quedado abandonados o han sido transformados en oficinas y dependencias.
DATO: Según la Municipalidad Provincial de Piura, 436 toneladas de residuos fueron recolectadas en el casco urbano en abril del 2023.
Esta nota fue elaborada por estudiantes de la Universidad de Piura. Colaboraron: Daniela Azcárate (redacción); Claudia Granda, Jimena Jibaja, Mahaill Mella, Valeria Rivera, Gabriela Vargas y Adriana Correa (entrevistas).
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