Practicar un deporte siempre es beneficioso para la salud porque ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a evitar problemas cardiovasculares. Generalmente, en las mañanas muchas personas salen a correr varios kilómetros para quemar calorías y empezar la mañana con energía. En cambio, otros realizan largas caminatas logrando también ejercitar el corazón y los músculos.

De igual manera, diversos estudios médicos indican que tanto correr como caminar reducen la incidencia de desarrollar hipertensión, diabetes u otro tipo de enfermedad coronaria en los siguientes seis años desde que se inicia la rutina física. Asimismo, disminuye los niveles de ansiedad, estrés y depresión por las que pueda estar pasando la persona.

Por otro lado, otras investigaciones también señalan que, si se corre media hora, se quema 390 calorías en promedio, mientras que al caminar el mismo tiempo se pierde 230, lo que significa que en ambas situaciones nuestro organismo siempre se beneficia.

Sin embargo, lo que muchas personas no toman en cuanta antes de iniciar una actividad física es evaluar cuál es el ejercicio que más se acomoda a su condición, edad o qué lesiones pueden generar. 

Por ello, los especialistas recomiendan informase sobre las ventajas y desventajas de cada práctica deportiva para evitar problemas que puedan ocurrir al empezar a correr, trotar y caminar.

Beneficios

  • Correr: correr 30 minutos al día tiene beneficios a nivel físico, emocional y mental. En el running se practica ejercicio cardiovascular, que promueve el buen estado del corazón y aumenta la cantidad de oxígeno en los pulmones.25 oct. 2021
  • Caminar: caminar 30 minutos diarios haciendo un par de ejercicios podría ayudarte a fortalecer las piernas, las tonifica y ayuda a reafirmar. Así mismo también ayuda a tonificar los glúteos y los levanta naturalmente. En resumen, con un par de ejercicios puede favorecerse la tonificación de varias áreas del cuerpo.
  • Trotar: el trotar hace trabajar predominantemente los músculos de la parte inferior del cuerpo. Sin embargo, también exige algo de fuerza en la parte superior del cuerpo. Los brazos te ayudan a avanzar, creando impulso. Especialmente el dorsal ancho, los hombros y los deltoides.

Finalmente, la decisión es personal, pero se deben evaluar las ventajas y desventajas de cada uno para determinar cuál se adapta mejor a nuestras necesidades y lo mejor es acudir y asesorarse por un especialista.