Esta última semana, he visto como se ha puesto en discusión la situación del embarazo en adolescentes. La situación apenas se ha logrado frenar. La región Piura sigue llevándose el diploma al tercer lugar entre las regiones con mayor índice.
La tarea no es fácil, es darle pelea a los programas de tv, la música y la moda que venden a los jóvenes sexo como un hobbie más. Es re formar a los padres que tienen poca comunicación con sus hijos e hijas sobre el tema sexual, educar frente a una escuela que apenas aborda la situación de manera integral y luchar con las variables de pobreza y exclusión social. Se ha demostrado que en poblaciones pobres la posibilidad de tener embarazos en adolescentes se incrementa.
Los Cefodia, espacios de articulación multisectorial para orientar a los adolescentes en un plan de vida, orientándolos frente a los riesgos del consumo de drogas, el inicio temprano de las relaciones sexuales y la violencia intra familiar y escolar, son las únicas intervenciones que ponen el pecho en esta situación en Piura. A nivel nacional no hay un modelo que parecido. En eso llevamos ventaja.
Los adolescentes pasan el mayor tiempo de su día en las escuelas y creo que es allí donde se debe focalizar la intervención. De nada sirve que nos esforcemos por obtener mejores calificaciones en comprensión lectora y matemática si al final del año nuestras alumnas no van a la fiesta de promo, sino a la sala de partos. Antes de elegir un colegio para nuestros hijos, debemos fijarnos en el modelo educativo de enseñanza de la sexualidad que nos ofrece. Un modelo represor, ocultista no ayudará mucho y podrían resultar siendo colegios embarazosos.
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