Foto: Walac Noticias / Esteban Vidal

Decenas de historias que tuvieron un triste final, cientos de lágrimas derramadas por la pérdida de un ser  querido, miles  de personas con sed de justicia. Más de 30 mil piuranos alzaron su voz de protesta esta tarde en la marcha denominada Quiero mi Piura segura.

Miles también lloraron al recordar a su hijo, a su madre, a su padre, al tío o a ese ser querido que fue víctima de la delincuencia.

¿Cuándo se jodió Piura? ¿Cuándo se salió de control  la seguridad?  Y ¿Cuándo la delincuencia se apoderó de la ciudad del  eterno calor? Algunos dicen que es por el desinterés de las autoridades y muchos culpan al Poder Judicial. Lo cierto es que se necesita de mucho trabajo por parte de aquellas autoridades en quien depositamos nuestra confianza.

Son cientos de familias que a diario lloran al ser que les fue arrebatado por iracundos sujetos, por seres indoloros.  Hijos huérfanos que se quedaron solos en este mundo, solos con el dolor de perder al ser que los guió por años.

Tal es el caso de Reynaldo Tejada Yarleque, a  él  le quitaron la vida un  día  en el que se celebraba el día del  padre.  Ha pasado un año y hasta el momento no se logra la captura de sus asesinos.  Este es solo un caso de los miles que no logran un final justo, porque ni siquiera una sentencia podrá compensar el dolor de perder un ser amado.

Para los organizadores de la marcha Quiero Mi Piura Segura  esta movilización que congregó a piuranos de todas las edades  con el único fin de pedir seguridad para Piura y justicia para los deudos de las víctimas de la delincuencia.