El Papa Francisco sorprendió este domingo 6 al aparecer sin previo aviso en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Esto tras varias semanas de recuperación por una doble neumonía que lo mantuvo hospitalizado.
El Pontífice, de 88 años, llegó en silla de ruedas y con cánulas de oxígeno, pero con una voz más firme que en sus primeras intervenciones públicas desde su alta médica. Desde su residencia en la Casa Santa Marta, Francisco siguió convaleciente, aunque no interrumpió completamente sus funciones.
Durante su breve intervención, saludó a los fieles congregados y pronunció un escueto pero emotivo mensaje: “Buen domingo a todos. Muchas gracias”, dijo antes de impartir su bendición. Su presencia fue recibida con calidez por la multitud, que no esperaba verlo en público tan pronto.
Aunque el Vaticano informó días atrás sobre una evolución favorable de su estado de salud, no se había previsto una aparición pública de este tipo. A tan solo dos semanas de la Pascua, su participación en los actos litúrgicos aún no se confirma.
Una fuente del Vaticano citada por AFP señaló que el Papa “se encuentra mejor”, aunque aún no lo suficiente como para retomar actividades exigentes como la grabación de mensajes oficiales.
Francisco continúa bajo supervisión médica estricta para evitar recaídas. Sin embargo, sigue cumpliendo funciones administrativas desde su residencia, donde firma documentos y mantiene reuniones puntuales con su equipo cercano.