El consumo de frutas y verduras ricas en agua, vitaminas, sales minerales y antioxidantes ayudan a recuperar líquidos perdidos por el intenso calor y mantener una piel saludable y protegida de los efectos negativos del sol.

Consumir frutas como la sandía, la papaya, el melón, las uvas y los cítricos hidratan la piel debido a que contienen un 80% de agua. Lo mismo sucede con las verduras frescas como el apio, el pepino, la lechuga y el tomate. Los alimentos ricos en vitaminas A, C y E juegan un papel importante en el cuidado de la piel. 

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Hidratación para nuestro organismo

Nuestro organismo necesita una dieta variada de frutas y verduras con proporciones adecuadas al peso, la edad, la actividad física y el estado de salud, por ello es importante hacerse chequeos médicos preventivos.

Además, la hidratación del cuerpo es primordial en las temporadas de calor. Muchas veces las personas consumen líquidos en base a su costumbre no a lo que necesitan. El consumo adecuado de líquidos pueden variar entre 2,7 a 3,7 litros al día.

Tu piel no solo se necesita mantener hidratada en verano, tu cuerpo necesita de liquido sobre todo en el invierno que es cuando la piel más se reseca. Para ello puedes cuidar ciertos aspectos de tu dieta que sin duda harán que tu piel se sienta más elástica y fresca.

OTROS ALIMENTOS

También el pescado, el huevo y los lácteos tienen vitamina E y ayudan a rejuvenecer la piel. Con respecto a las bebidas, los jugos naturales (de frutas o verduras) son súper nutritivos para la piel. Y en términos de infusiones, el té verde es un gran aliado ya que es antioxidante y contiene propiedades anti inflamatorias.

Por último, siempre que puedas, evita las gaseosas, el café, la manteca, la mayonesa y el chocolate ya que le quitan humedad a la piel.

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