Cada 30 de agosto se celebra la fiesta de Santa Rosa de Lima, patrona del Perú, América y Filipinas. Conocida por su vida de fe, entrega y sacrificio, su historia está llena de hechos sorprendentes que no todos conocen. Desde el origen de su nombre hasta su vínculo con otros santos y su rápida canonización, estos son seis datos curiosos sobre Santa Rosa de Lima que revelan más de la mujer que se convirtió en la primera santa de América.
1. Su nombre real era Isabel
Aunque mundialmente es conocida como Santa Rosa, su verdadero nombre era Isabel Flores de Oliva. El apodo “Rosa” se lo dio su madre al notar que el rostro de la niña lucía sonrosado y hermoso.
En 1597, durante el sacramento de la confirmación, Santo Toribio de Mogrovejo, Arzobispo de Lima, la nombró oficialmente Rosa, consolidando el nombre con el que se le conoce hasta hoy.
2. No fue monja, sino laica terciaria dominica
A diferencia de lo que muchos piensan, Santa Rosa de Lima no fue religiosa de clausura, sino terciaria dominica. Esto significa que vivió consagrada a Dios desde su hogar, vistiendo el hábito blanco y el manto negro de la Orden de Santo Domingo.
Se inspiró en Santa Catalina de Siena, a quien consideraba su madre espiritual. Según los relatos, un día mientras oraba para decidir si ingresaba a un convento, quedó inmovilizada. Al comprender que no era la voluntad de Dios, pronunció: “Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora”. Inmediatamente recuperó la movilidad.
3. Rápida canonización tras su muerte
Menos de 50 años después de su fallecimiento, Santa Rosa fue canonizada. Tras su muerte en 1617, el pueblo limeño la veneró con gran devoción, impulsando el inicio del proceso de canonización a solo ocho días de su sepelio.
En 1669 fue proclamada patrona del Perú, y en 1671, el Papa Clemente X la declaró santa y patrona de América y Filipinas. Hoy, en Perú existen más de 70 localidades que llevan su nombre.
4. La primera santa de América
Santa Rosa de Lima fue la primera mujer canonizada en el continente americano. Su ejemplo de oración y sacrificio inspiró a generaciones. El Papa Inocencio IX llegó a afirmar: “Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones”.
5. Amiga de San Martín de Porres
Según la tradición, Santa Rosa ayudaba a enfermos y esclavos en la iglesia de la Virgen del Rosario, donde habría coincidido con San Martín de Porres. Aunque no hay documentos que lo confirmen, la cercanía geográfica y el servicio común hacen probable que ambos santos peruanos se conocieran.
6. Murió en casa de amigos y con gran sufrimiento
En sus últimos tres años, Santa Rosa vivió en la casa de Gonzalo de la Maza y María de Uzátegui, una familia adinerada que la acogió con afecto. Durante su enfermedad, su oración era: “Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor”.
Falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años, víctima de tuberculosis. Su entierro fue multitudinario y asistieron autoridades civiles y religiosas que la consideraban ejemplo de santidad.
Con información de ACI Prensa.