María Fernanda Checa y sus sombreros personalizados

La historia de Maria Fernanda Checa empieza con un deseo: poder tener un sombrero que le gustaba, pero que no podía comprárselo. Ahora no solo diseña sus propios sombreros, sino que su creatividad le ha generado su propia idea de negocio. Así nace “Amélie” su marca de sombreros personalizados.

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Dar rienda suelta a la imaginación es una gran virtud cuando los recursos no son los suficientes. Inició con un sombrero que ella ya tenía, le diseñó su nombre y preguntó a sus amigas y demás personas si les gustaba cómo había quedado, la respuesta general fue bastante favorable. A partir de ahí empezó a diseñar y elaborar sombreros personalizados.

Su sombrero, el primero que diseñó.

La elaboración es diferente para cada sombrero, pues siempre es el cliente quien le pide las figuras que desea, las letras, el color de lazo, todo. “Cada detalle en el sombrero es elegido por ellos”, señala Mafer.

La venta

Sus ventas tuvieron y tienen gran acogida gracias a las redes sociales. Páginas como: Piura compra y venta y su propio perfil son los espacios perfectos para mostrar su trabajo y que la gente le haga los pedidos.

Para Mafer cada momento cuenta. “La entrega es especial porque los sombreros van envueltos y con un lazo de decorado, ya que mayormente los pedidos que me hacen son para regalos”, sostuvo.

Temporadas como este verano, son las épocas perfectas para su venta. Actualmente los sombreros de pajas son lo más trendy en los outfits veraniegos. Su diferenciación es que sus sombreros van personalizados con el nombre y los detalles que el cliente elija.

Sombreros personalizados.

Trabajo personalizado

El trabajo del diseño es en conjunto con el comprador, pero la elaboración es un trabajo solo para ella, “por ahora soy la única que trabaja en esto, porque es el inicio, luego ya se verá conforme vaya creciendo el negocio”.

Cada sombrero que hace tiene su propia historia, su propia personalidad y a final todos son fotografiados. Al ser el principio de este negocio, tiene los conocimientos básicos de diseño, y quiere aprender más. “Me proyecto a tener mi tienda con la marca de mis sombreros. Además, me gustaría también poder vender carteras de paja personalizadas”.

Ella ha aprendido a luchar por sus sueños. “Nada es imposible, cuando quiero algo yo lo consigo por mis propios medios. ¿Cómo? Viendo en lo que soy buena para hacerlo y trabajando duro”. Esto la hace feliz, puede explotar su talento y la gente la felicita. Sus sombreros han recorrido varios departamentos del Perú, “hasta a España han llegado”, indicó.

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