Esta es la historia de emprendimiento de María Pacheco, una joven de 17 años, que a su corta edad tiene bien definido su destino: ser una de las mejores reposteras del Perú. Una idea bastante clara y certera, teniendo en cuenta que desde ahora cuenta con su propia pastelería: Terciopelo Rojo.

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Descubriendo su talento y vocación

Escultura de chocolate. Terciopelo Rojo

María Pacheco, o “Marita” como la llaman sus amigos empezó esta aventura 10 años atrás, cuando en casa de sus tías en lugar de jugar con juguetes prefería coger utensilios y preparar postres.

La pasión y el amor por ellos lo lleva en la sangre. “Aprendí de mis tías mis primeras recetas y, en segundo de secundaria, empecé mis primeras ventas”. Tenía trece años cuando vendió su primera torta.

Inicio de su negocio

El negocio, en un aspecto más serio y continuo, comenzó cuando sus amigos de la escuela le pedían que preparara postres para sus enamoradas y ella emocionada los hacía.  En poco tiempo, pasó de preparar postres caseros a hacer un contrato de 105 tortas de promoción, que le costó 3 amanecidas sin descanso.

Además del talento, su éxito se lo agradece a sus padres. “Siempre consideraron con seriedad mi gusto por la repostería, me ayudaron a comprar mis primeras máquinas y utensilios. En la actualidad cuento con un taller en mi casa”, sostuvo Marita.

Como todo proyecto en la vida, el talento no basta si no hay trabajo duro. Marita, consciente de ello, se fue a estudiar a Lima y ahora es panadera – pastelera egresada del Grupo Nova del Perú. “Mi capacitación es constante. La próxima semana viajaré a Lima a llevar un curso porque el estudio nunca termina”, señaló.

Su familia, el mejor equipo de trabajo

Su equipo de trabajo lo conforma su familia: padres y hermanos. Lo mejor de todo, para ella, es que respetan su independencia y valoran su esfuerzo. El trabajo es de ella y el mérito también, aunque no todos puedan verlo.

“Cuando papá me lleva a dejar un pedido y me acerco a la mesa principal, se sorprenden porque creen que yo soy la ayudante, entonces me emociona decir: No señora, yo soy Marita, hizo el contrato conmigo”, agregó.

Para Marita, la típica frase “acá no hay trabajo, mejor busco algo en el extranjero”, no es más que una mentira, para ella “buscar nuestro destino desde jóvenes es apuntar hacia lo que queremos y debemos ser. Si hay algo que aprender es a invertir bien el tiempo”.

Pastel temático de cumpleaños. Terciopelo Rojo

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