Tras la aprobación del Congreso de una nueva ley del cine, las reacciones de rechazo e indignación de parte del gremio de trabajadores del sector cinematográfico y audiovisual fueron inmediatas, al considerar a esta nueva normativa como un evidente retroceso para el cine nacional, que en los últimos años experimentó, sobre todo el regional, un notable avance y reconocimiento internacional. Cineastas y productores piuranos también se sumaron y expresaron su voz de protesta.
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El martes 11 de junio, el Congreso aprobó la “Ley que Crea Incentivos Económicos y Fiscales para el Fomento de las actividades Cinematográfica y Audiovisual del Perú”, la cual deroga el Decreto de Urgencia 022-2019, Decreto de Urgencia que promovía la actividad cinematográfica y audiovisual. El mismo día, el colectivo en Defensa del Cine Peruano, conformado por más de 70 asociaciones y colectivos, y 700 trabajadores independientes del cine peruano, en conferencia de prensa, manifestaron su “indignación y rechazo” por dicho dictamen.
Los puntos cuestionables
El colectivo, principalmente criticó el mal proceder del Ministerio de Cultura, al no hacer llegar sus recomendaciones a la Comisión de Economía del Congreso, expresadas en reunión presencial el 3 de junio pasado, sino más bien alcanzar un documento contrario a los intereses del sector cinematográfico. Al respecto, la ministra de Cultura, Leslie Urteaga señaló que solicitarán al Ejecutivo observe la norma porque fue aprobada sin recoger las recomendaciones de su sector.
Los puntos cuestionables de esta ley, para el colectivo En Defensa del Cine Peruano, recaen en el artículo 13, donde principalmente expresaron su preocupación por una suerte de “censura” y la limitación del financiamiento para los estímulos económicos.
En el numeral 13.3 se señala que “No pueden beneficiarse de los estímulos económicos… aquellas obras cinematográficas y audiovisuales que atenten contra el estado de derecho, así como aquellas que contravengan la defensa nacional, la seguridad o el orden interno del país; o vulneren los principios reconocidos en la Constitución Política del Perú y el ordenamiento jurídico peruano”.
Al condicionar los guiones (historias) se está atentando contra la libertad de creación, de pensamiento y de expresión, que de acuerdo a la Constitución tiene todo ciudadano, ya que en ningún estado democrático se limita o censura a un artista, siendo el cine, la literatura, el teatro, la pintura y en general el arte medios para comunicar y expresar libremente, criticar, denunciar y mostrar, desde una visión personal y/o colectiva, la complejidad de historias, situaciones y personajes que existen en nuestro entorno, más aún en un país tan pluricultural como el nuestro.
Por otra parte, asignan a la Dirección del audiovisual, la fonografía y los nuevos medios (DAFO) como el filtro “censurador”, pero aquí surgen más interrogantes: ¿Quiénes? ¿Cómo? y ¿Bajo qué criterios decidirán que películas atentan o no contra el estado de derecho, la defensa nacional, etc.? Estos criterios pueden ser muy subjetivos y sólo habría que revisar en los últimos años, qué película o películas (o en general obras de arte) han atentado contra dichos criterios planteados en el numeral 13.3. de la norma.
Respecto al financiamiento, el numeral 13.5 señala que “El monto asignado para el otorgamiento de estímulos no supera el 70% del coste de la actividad cinematográfica o audiovisual. Dicho límite no aplica para la ópera prima cinematográfica o audiovisual de un autor de cine regional”. Sin embargo, la ley indica también que “… el Ministerio de Economía y Finanzas propone para cada ejercicio fiscal los porcentajes máximos de los incentivos económicos…”, con lo cual el presupuesto anual podría ser muy variable y vulnerable.
Finalmente, en cuanto a aspectos de la promoción internacional, se establece que “La Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo, PROMPERÚ, actúa en calidad de comisión fílmica del Perú, promoviendo el uso de locaciones del territorio nacional para la producción de obras cinematográficas y audiovisuales nacionales o extranjeras”, sin embargo, el colectivo cuestiona el hecho que Promperú sea un ente ajeno al Ministerio de Cultura.
Cómo nace la ‘cuestionada’ ley
El 13 de setiembre de 2023, la congresista Adriana Tudela (Avanza País), sin conocimiento previo y sin consultar al sector cinematográfico, presentó un proyecto de ley (05903-2023-CR), conocido como Ley Tudela, que en ese entonces propuso derogar el Decreto de Urgencia 022-2019 que promovía hasta hace poco el fomento de la actividad cinematográfica y audiovisual en el país, a través de diferentes mecanismos, entre ellos el otorgamiento de estímulos económicos por el Ministerio de Cultura.
A dicha ley, se sumaron las propuestas (Proyectos de ley 3258, 5206, 5903, 6112, 6291, 6684 y 7697) de otros congresistas: Patricia Juárez y Juan Lizarzaburu (Fuerza Popular); Alejandro Soto (Alianza para el Progreso), Carlos Anderson (no agrupado), Luis Aragón (Acción Popular) y Guido Bellido (Perú Bicentenario) que finalmente conformaron la actual ley aprobada, la cual tampoco refleja de parte de sus gestores un conocimiento mínimo del cine peruano y fue perpetrada sin realizar una consulta previa al gremio de trabajadores de la cinematografía y el audiovisual del país.
La posición de cineastas y productores piuranos
Para Ana Saavedra, productora de importantes laboratorios regionales como Cine Diez y recientemente Región Solar Lab, esta ley propone una censura y control lamentable. “Es una situación triste e indignante, pues se pretende básicamente censurar, controlar de alguna manera lo que se exprese o hable en torno a temas que a quienes promulgan esta ley, les resulta incómodo, ahora ¿Hay que escoger que temas se pueden hablar y no afectan sensibilidades para hacer cine?”, expresó.
“Si ya es complicado hacer cine en Perú, sobre todo en regiones, donde el cine aún está en una etapa de fortalecimiento, se está formando técnicamente y viene creciendo con el paso de los años, pero ahora que se pretenda restringir más el acceso a un fondo, porque además de censurarlo se afecta con la reducción de presupuestos, cómo se puede hablar de un país inclusivo, diverso y representativo si pretenden que no se hable de su historia o que su población ignore o cuestione sus cambios”, agregó Saavedra.
El director Samuel Urbina, quien el año pasado culminó el rodaje de su ópera prima “Aquella sombra desvanecía” gracias a los estímulos económicos de la Dafo, cataloga a esta ley como un arma de destrucción para nuestro cine. “La ley no solamente es vergonzosa, sino también es casi un arma de destrucción para el cine peruano porque no hace más que destinar o derivar los fondos a otros tipos de producciones que en lo absoluto representarán nuestras costumbres y cultura de cada región. Por supuesto que estoy en contra de esta nueva ley aprobada por este congreso, además nefasto lo que están haciendo estas últimas semanas, es por no decirlo de otra forma una traición a la patria porque están destruyendo la poca democracia que teníamos y la cultura era uno de sus objetivos y lo han logrado”, señaló el también docente universitario.
“Ahora corresponde ponernos en una posición de protesta y crítica constante, para intentar recuperar si es que se puede aún nuestros derechos, el cine como cultura es un derecho que está avalado por la constitución y nos toca ahora defenderlo más que nunca. Y sin duda alguna es un retroceso abismal, el cine peruano en los últimos 5 a 10 años ha dado importantes pasos, no sólo nuestras películas han recorrido festivales internacionales, sino también ha permitido llevar películas por nuestro propio país y esto gracias a la política de estímulos económicos”, manifestó Urbina.
Por su parte, el cineastaDante Chanduví, gestor de la productora y distribuidora El Perro Viringo Films, refuerza que la censura se disfraza en un protocolo administrativo. “El artículo 13, propone un filtro a las películas, es una censura disfrazada de protocolo administrativo porque no sabemos exactamente quienes son los que van a realizar ese filtro, se parece mucho a la comisión que se instaló en la dictadura de Velasco Alvarado que también decidía a quien daba y no los estímulos. La cultura está siendo afectada, lo cual es curioso porque el presupuesto asignado a cultura es mínimo, es triste”, señaló.
“Esta nueva ley tiene una especie de reacción engañosa porque promueve de una u otra forma una censura a través de una serie de filtros protocolares que terminan siendo una censura administrativa, pero además la reducción del dinero de los estímulos económicos, sabiendo que lo que brindaba el Estado ni siquiera alcanza y aun así bajarle. El mejor cine que está saliendo es de regiones, la ley pasada ha hecho que realidades e historias que mucha gente no conocía sean vistas. Es lamentable lo que está pasando, esperemos el Ministerio de Cultura intervenga y mientras esta situación no cambie hay que reclamar obviamente pero también tomarlo como una oportunidad y adaptarse supongo”, concluyó Chanduví.
La directora y gestora Frida Cárdenas, integrante del Perro Viringo Films y del colectivo Piuranas Audiovisuales, expresa un sentimiento de incertidumbre. “Como cineasta regional me siento muy mal, se siente cierta incertidumbre, es extraño, porque si lo vemos desde el panorama de Piura recién estábamos teniendo auge y empezando a dar pasos para postular a los estímulos, ahora ver que eso se ha frenado se siente como si fueras un niño que está viendo a sus padres tener problemas en su trabajo y no puedes hacer nada. Es triste sentir que se puede tirar así de fácil una ley que viene en funcionamiento desde ya bastante tiempo, solo porque en octubre a tres congresistas se les ocurre meterse con el sector, es muy desalentador”, declaró Cárdenas.
Finalmente, la también directora de arte, resaltó que ahora nos toca levantarnos y hacernos escuchar, porque el cine regional es el fenómeno más importante del cine peruano. “Están matando al cine peruano, es un atentado completamente. A mí me afecta mucho porque he investigado sobre cine en Piura y ver que se está dando este retroceso por culpa de esta decisión improvisada, basada en complejos e ideas que no tienen fundamentos lógicos y desconocimiento completo de cómo se mueve el cine en el Perú y en el mundo. Nos toca levantarnos hacer escuchar nuestra voz”.
Dato
En nuestro país, muchos de los artistas cinematográficos y audiovisuales viven en precariedad e informalidad laboral, esto se agrava más aún para las mujeres que siguen siendo muy vulnerables y de menos acceso al sector. Asimismo, la actual ley no asegura que las películas nacionales tengan acceso a las pantallas comerciales, además de no mencionar la creación de una escuela pública de cine y un plan de acción para la creación de una cinemateca.