Un grupo de moradores de Castilla se reunieron en el frontis de la sede del Poder Judicial (PJ) en Piura para expresar una vez más su rechazo a la sentencia dictada en contra de la exalcaldesa Violeta Ruesta.
Los manifestantes, provistos de letreros y arengas, reafirmaron su pedido de que el juez Daniel Meza Hurtado sea separado porque -según dijeron- no tiene la moral para continuar juzgando a la gente.
«En estos casos siempre corre dinero», afirmó el dirigente del sector Corpac de Castilla, Jorge Nizama.
«Se está cometiendo una injusticia», comentó a viva voz la moradora Flor Carrasco.
«Es un juicio político», manifestó el dirigente de Chiclayito, Sergio Vílchez, antes de comentar que es un ensañamiento por parte del alcalde Luis Ramírez, pues este último no le perdonaría a Ruesta Herrera que le haya ganado en las votaciones del 2012.