El piurano se caracteriza por ser alegre, buena gente, querendón, pero sobre todo luchador y fuerte. Lo hemos demostrado en estos últimos meses al superar los daños que causó el desborde del Río Piura.
Hoy se celebra el Día del Trabajo y para los comerciantes, taxistas, cargadores, cobradores, y todas esas personas que día a día trabajan de sol a sol para poder sacar a su familia a delante, es un día cualquiera; un día en el que se trabaja el doble para poder llevar algo más a la olla.
Tal es el caso de doña Margarita Ramaycuna, o de don Fernando Arévalo, quienes desde muy jóvenes trabajaron para criar a sus hijos y hacerlos profesionales. O quizás como es el caso del señor César Valencia, quien trabaja desde los 10 años pues en su hogar hubo necesidades y él debió apoyar. Hoy trabaja para darle a sus 3 niños todo lo que él no pudo tener.
También conocimos la historia de doña María Sernaqué, quien es de Rinconada de Catacaos, zona que fue devastada por el Río Piura. Ella agradece a Dios que pudo rescatar algunos animales y hoy puede seguir vendiendo en el mercado de Piura. A sus 58 años, continúa «buscando como llenar la olla».
Desde el año 1889 se celebra en varios países del mundo el Día Internacional de los trabajadores. Es una fecha donde se rinde homenaje a los Mártires de Chicago, quienes marcharon para exigir mejores condiciones laborales y la jornada de las ocho horas de trabajo, vigente hasta hoy.
Los manifestantes corearon la consigna de “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa».