A mediados del mes de septiembre, la congresista Adriana Tudela Gutiérrez de Avanza País, presentó una polémica iniciativa legislativa N° 05903/2023-CR “Ley que fomenta la inversión en la industria cinematográfica y audiovisual y la promoción del uso de locaciones del territorio nacional”.
Ante esta iniciativa, el rechazo no se hizo esperar por parte de profesionales, gremios y organizaciones del cine peruano, a quienes no se les consulto previamente, y que la definen como una ley nefasta, incongruente y alejada de la realidad del cine nacional, sobre todo la de regiones.
También puedes leer: Piura: promueven festival de cine inclusivo
El polémico proyecto de ley Tudela
Firmado también por los congresistas Patricia Chirinos y Alejandro Cavero -éste último tuvo unas desafortunadas afirmaciones sobre el cine peruano- el citado proyecto de ley plantea promover la actividad cinematográfica nacional e internacional, fortalecer la competitividad comercial de las obras audiovisuales, promover la imagen del Perú a través del cine y fomentar al Perú como destino fílmico (Algo que ya se viene trabajando, con más énfasis, desde el boom originado por el filme Transformers, grabado en Cusco y San Martín).
Pero lo controversial recae en el hecho que se recortaría los estímulos económicos al cine a un 50% del costo de producción, desaparecerían los concursos exclusivos para regiones y por ende para producciones en lenguas originarias.
Asimismo, los estímulos sólo serían destinados a la etapa de filmación (omitiendo otras fases cruciales del proceso cinematográfico). Esto dejaría de lado la promoción de exhibición alternativa y crearía una ventanilla única de autorizaciones de filmación a cargo de Promperú.
Del mismo modo, el proyecto de ley Tudela pretende derogar la ley vigente (D.U. 022-2019), cuyos beneficios aún insuficientes, son el resultado del consenso de la gran mayoría de gremios.
En defensa del cine peruano
A la fecha, más de 780 profesionales, 48 gremios y organizaciones del cine peruano se unieron en el colectivo “En defensa del cine peruano”, rechazando el proyecto por ser una propuesta que consideran un atentando y un desconocimiento total de la producción cinematográfica del país.
Ello, sobre todo por puntos críticos que se resumen en la ausencia de una consulta previa, el recorte de los ya limitados estímulos económicos y la afectación directa al cine regional que en los últimos años es el que más ha destacado a nivel nacional e internacional.
A esta lucha se sumó el colectivo «Piura cine», que en un pronunciamiento enfatizó que se pone en riesgo el gran esfuerzo de crecimiento en la región, ya que desde los primeros ganadores de estímulos de la cultura (Datan del 2018) más proyectos piuranos fueron beneficiados, desde largometrajes, cortometrajes, formaciones de cineastas y estímulos a los espacios culturales emergentes.
Cineastas piuranos se pronuncian
Daniela Laínez, productora del largometraje documental “Andanía” de Nudo Producciones (Sechura), ganador de los estímulos de la DAFO (Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios) del Ministerio de Cultura, en 2019 para desarrollo y en 2020 para producción, resalta que esta situación afecta la imagen de los cineastas y genera una idea equivocada sobre los estímulos económicos.
“Se nos han presentado varios obstáculos, desde la pandemia. Todo este clima que se está generando afecta las películas documentales, porque puede crear desconfianza en las personas que están trabajando con nosotros, y que insinúen que los cineastas están viviendo del estado y se están aprovechando, puede debilitar nuestros lazos con los actores sociales y la búsqueda de financiamiento. El proceso de realización de una película es caro, los estímulos son una ayuda, pero son reducidos, con recursos limitados también se limita la parte creativa”, sostuvo.
Por su parte, Marco Carpio, director de “Andanía”, documental que recupera una tradición ancestral perdida de Piura que apela al arte y al rol de transformación social del cine, empoderando a las comunidades participantes, agrega que “los estímulos de DAFO priorizan el aporte del proyecto a la cultura peruana, es una conquista para el fomento de la cultura, es el resultado de un esfuerzo colectivo y participativo que ha tardado años”.
“Nosotros hemos ganado en una competencia transparente, con un jurado presidido por una figura internacional”, mencionó. Del mismo modo, agregó que el proyecto de ley Tudela atenta contra la diversidad cultural, el cine, pero también de otras industrias como las artes escénicas, la música, el libro, etc.
«Estímulos buscan promover la cultura»
En tanto, la productora Ana Saavedra, subraya que es importante manifestar a la opinión pública que los estímulos otorgados a través de la DAFO, no sólo sustentan la producción de películas a nivel nacional, sino que fomentan espacios de creación, de reconocimiento cultural, de exhibición como lo es el Festival de Cortometrajes de Piura “Cine con Chifles”, y demás proyectos como encuentros, talleres, salas de exhibición y crítica o espacios de creación cinematográfica que buscan además promover una visión cultural, diversa e histórica llena de opinión y cuestionamientos que como cualquier otro arte expresa, genera diálogo y debate.
Frida Cárdenas, realizadora audiovisual y directora de arte, integrante del colectivo Piuranas Audiovisuales, agrega que “es muy indignante, porque ya de por sí la situación del cine en el Perú es complicada para los nuevos cineastas como nosotros, que estamos empezando a postular para hacer nuestros largometrajes. Ver que todo esto está retrocediendo, pone en riesgo a regiones que estamos recién empezando”.
Para Dante Chanduví, director, guionista y distribuidor, ganador de los estímulos DAFO 2022, este proyecto promueve algo parecido a una Film Commission, que es súper importante para la inversión extranjera, pero de nada servirá si solo se piensa en películas extranjeras filmadas en el Perú y no en producción nacional como tal.
“Los proyectos demoran años en construirse, el dinero que brinda el Estado ni siquiera alcanza y aun así quieren reducirlo al 50%. Es contradictorio, imprudente y sin sentido, es evidente que es un proyecto sin consulta de ningún especialista del cine nacional. La idea es mejorar el cine y no retrasarlo”, enfatizó.
«Ataque a los cineastas emergentes»
Jhan Risco, cineasta e impulsor de la primera edición de ENCINES – Festival de cortometrajes en Sullana, dice que el proyecto de ley Tudela es un ataque a los cineastas emergentes, autodidactas o recién egresados que sueñan con ganar fondos y llevar sus historias a una pantalla. “Y ahora se topan con que deben tener el 50% del dinero, como si fuera fácil hacer cine en una región. Sin embargo, lo acontecido nos ha hecho reflexionar, unirnos y despertar, por mi parte estoy comprometido con enseñar cinematografía en las escuelas, con llevar el cine a zonas alejadas, de modo que la gente reciba de muchas formas este hermoso arte”, afirmó.
El reconocido cineasta Jeff Talledo, gestor del Laboratorio Cinematográfico y Cultural “Cine Diez”, mencionó que se debe mirar más allá del enojo inicial y hacer un auto análisis más crítico y profundo.
“Los argumentos de Tudela, Cavero y compañía, no son acaso las mismas ideas que tiene el peruano de a pie acerca de lo que hacemos. Como sector nos debemos preocupar en acércanos a la población y explicarles lo que hacemos, mostrarles nuestras producciones y hacerlos parte. Tudela y compañía se aprovechan de la ignorancia de la gente en cuanto al cine peruano, por eso no podemos hablar que nuestro cine es cultura si obviamos a las personas que forman parte de esa cultura viva que nutre nuestras historias”, recalcó.
En esta misma línea, el reconocido docente y crítico de cine piurano, Alejandro Machacuay, definió al séptimo arte como aleccionador, sensorial, reflexivo, un arte complejo y el mejor medio para contar historias, pero sobre todo un arte que destaca por su responsabilidad social con la ciudadanía. “Un cineasta tiene una responsabilidad social, hacer lo invisible visible”.
VIDEO RECOMENDADO