Marzo del 2019. 12 de Marzo. Dos días antes viajé a ver a Alan, a las 7: 40 p.m. salió de Piura mi avión para Lima. Habíamos querido vernos y a veces no podíamos. Sé que estaba peligro. Tengo varios testigos. A varios les había contado meses atrás que temía por la vida de Alan. Y nos escribíamos con más frecuencia.
Le habían interesado 2 artículos míos de enero y febrero. Y le había llamado la atención que en verdad existía un plan de aniquilamiento contra el APRA.
Hablamos una hora con cuarentaitrés minutos, 2 minutos más mientras nos despedíamos. Entonces se dio el siguiente diálogo y despedida:
Alan: Son 5:43 p.m. A las 6 p.m. tengo clases. ¿Hasta cuándo se queda, Juan?
Juan: Me voy hoy a las 11: 30 p.m.
Alan: ¿Y por qué se va tan pronto? Debe quedarse más días. Felizmente pronto ya nos veremos más a menudo. No olvide el 14 de agosto, usted deberá estar acá sí o sí. Y no olvide todo lo que conversamos hoy. Hoy le he demostrado que soy inocente. No lo olvide. Oiga lo que oiga. Digan lo que digan. Usted confíe en mí.
Juan: Es que vengo por trabajo y siempre me doy un salto para venir a verle. Y no olvido jamás lo que conversamos. Nunca.
Alan: Es una broma. Pero pronto estará usted en Lima. ¿Ya ve como no es tan difícil? Ahora sí, Juan. Es hora de despedirnos. Se me hace tarde para ir a clases.
Se paró y yo también. Caminamos hacia la puerta de su oficina. Abrió la puerta. Me dio la mano y me abrazó fuerte.
Alan: Estamos en contacto. No olvide. El 14 de agosto.
Juan: No lo olvido. Yo estaré acá.
Al voltear y descender por la escalera de madera, sentí algo extraño. No oí que cerrara la puerta. Entonces mientras bajaba, levanté mi mirada y estaba parado ahí mirándome bajar.
Me levantó la mano y sonrío. Y yo hice lo mismo. Cada vez que recuerdo esta escena, estos segundos, los recuerdo en cámara lenta, varias veces. Sí, como en las películas. Alan se quedó a mirarme como bajaba. Cuando recuerdo se me hace un nudo la garganta.
Cuántas veces hablamos o me sugirió que vaya a Lima a vivir. ¿Cuántas? Y el 14 de Agosto del 2019 se iba a materializar. No pudo ser. Siempre me he repetido, ¿Qué hubiera pasado si antes me hubiera ido a Lima? Solo Dios sabe la respuesta. Ni más ni menos.