Día tras día, las investigaciones sobre la presunta red criminal que opera en el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), conformada por altos funcionarios, trabajadores y reos, continúan develando más detalles.
De acuerdo a la carpeta fiscal, los funcionarios del penal tendrían un búnker personal en el que almacenan todos los celulares, chips, accesorios y drogas que ingresan al penal para distribuirlos entre los reclusos. Además, este espacio, ubicado en la sala de abogados, estaría custodiado las 24 horas del día.
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Extorsiones desde el INPE
En el documento también se menciona que los celulares los utilizaban para extorsionar a la población, contribuyendo con la inseguridad ciudadana que acecha en la región Piura.
En base a las primeras diligencias, los miembros de la banda «Los Trujillanos» serían los responsables de todas las extorsiones y venta de droga en los pabellones.
Como se recuerda, hace unas semanas, un morador del asentamiento humano 18 de mayo denunció que sujetos desconocidos detonaron un explosivo en los exteriores de su vivienda tras negarse a pagar una extorsión que le hicieron a través de una llamada telefónica.
Este es sólo uno de los tantos casos de extorsión que enfrentan los ciudadanos y que esperan que las fuerzas policiales puedan frenar; sin embargo, la reciente intervención en el INPE, no deja más que desconcierto por la presunta colaboración entre reos y funcionarios.
Red criminal de confianza
La investigación fiscal precisa que, los agentes penitenciarios incluso asignarían, en los filtros de seguridad, a personal de su confianza para que coordine con los reclusos y permitan el ingreso de las sustancias ilíticas y móviles.
Además, según declaraciones del aspirante a colaborador eficaz, un grupo de técnicos se encargaban de incautar celulares a los internos que no pagaban los cupos. Estos equipos luego serían revendidos.
Sobre ello, se detalla que alias «El caminante» sería el encargado de realizar los cobros diarios a los internos de todos los pabellones. El monto recolectado luego se entregaría a los alcaides y supervisores de turno. «Para tal fin cuentan con un canguro, una agenda color negro y cinco o seis celulares«, se lee en el informe.
Hacker informático
Sumado a ello, el Ministerio Público investiga a uno de los trabajadores que se desempeñaba como hacker informático. Él manejaría toda la información del establecimiento penitenciario desde las cámaras de vigilancia para eliminar toda la información reclacionada con la actividad ilícita.
De esta misma persona sospechan que sería el encargado de recoger los teléfonos, sustancias ilícitas y contrabanado del ropero metálico, ubicado al costado de la escalera principal, para posteriormente distribuirlos a cada celda de los internos.
Cabe mencionar que, las primeras diligencias precisan que la recepción del dinero por los actos delictivos se hacían a través de transferencias BCP o mediante aplicativos Yape y Plin. Además, los trabajados y reclusos usarían la palabra clave «Perú» para alertar ante un operativo efectuado por representantes de la Fiscalía.
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@walacnoticias La mañana de este sábado 29 de abril, una pobladora lloraba la pérdida de su hogar, que tan sólo momentos antes se había derrumbado completamente. #walacnoticias #peru #piura #fyp #noticias #jilili