Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer atraviesa múltiples cambios que pueden aumentar el riesgo de ciertas afecciones, como las infecciones urinarias. Aunque en muchos casos son asintomáticas, estas infecciones pueden representar un riesgo para la madre y el bebé si no se detectan y tratan a tiempo.
¿Qué son las infecciones urinarias en el embarazo?
Las infecciones urinarias son causadas por la presencia de bacterias en el tracto urinario. En las gestantes, estas bacterias pueden estar presentes sin manifestar síntomas, lo que se conoce como bacteriuria asintomática. Otras veces, la paciente puede experimentar molestias como ardor al orinar, sensación de vaciado incompleto o necesidad frecuente de orinar.
Según la ginecóloga, Veronika Carrillo, entrevistada en el programa “Médico en Casa”, el diagnóstico se confirma mediante un urocultivo, un examen que permite identificar el tipo de bacteria y determinar el antibiótico más adecuado según la sensibilidad bacteriana. Este análisis debe realizarse idealmente entre las semanas 12 y 16 del embarazo, incluso si la paciente no presenta síntomas.
Durante los controles prenatales, también se solicita regularmente un examen general de orina para detectar posibles infecciones. Si se confirma una infección, se debe iniciar un tratamiento que no represente riesgos para el bebé, especialmente durante el primer trimestre.
Complicaciones y factores de riesgo de las infecciones urinarias en embarazadas
Las infecciones urinarias no tratadas durante el embarazo pueden derivar en complicaciones como:
- Parto prematuro
- Ruptura prematura de membranas
- Corioamnionitis (infección de la bolsa amniótica)
- Morbilidad y mortalidad perinatal
En la región, estas complicaciones son frecuentes debido a la alta incidencia de infecciones urinarias no diagnosticadas a tiempo.
Factores que incrementan el riesgo de infecciones incluyen:
- Cambios en el pH de la orina durante la gestación
- Presión del útero sobre la vejiga, que reduce el vaciado completo
- Antecedentes de infecciones urinarias recurrentes
- Diabetes mellitus
- Consumo insuficiente de líquidos
La especialista también destacó que algunas mujeres se automedican sin consulta médica, lo que puede provocar resistencia bacteriana. Este problema complica el tratamiento posterior, ya que reduce las opciones de antibióticos seguros durante la gestación.
Recomendaciones para prevenir infecciones urinarias en el embarazo
Para prevenir estas infecciones, se recomienda:
- Realizar una adecuada higiene íntima
- Tomar entre 6 a 8 vasos de agua al día
- Evitar la automedicación
- Reducir la frecuencia de relaciones sexuales si se presentan molestias urinarias
- Acudir a controles prenatales para seguimiento y detección oportuna
En pacientes con antecedentes de infecciones urinarias crónicas, el médico puede indicar un tratamiento profiláctico semanal o diario hasta la semana 36 de gestación.
También es fundamental instruir a la paciente sobre cómo tomar correctamente la muestra de orina para evitar contaminaciones: debe captarse el chorro medio de orina después de una adecuada limpieza, utilizando frascos estériles.