Durante años, hemos visto a perros correteando a gatos y a estos huyendo despavoridos. Los dibujos animados nos han mostrado una enemistad mortal entre estos dos animales, y la expresión «como perros y gatos» se usa comúnmente para describir a personas que no se soportan. Pero, ¿qué tan cierto es que los perros y gatos se odian?
- También podrías leer: Seis maneras de proteger a tus mascotas de los insectos
La verdadera razón detrás del conflicto
Más que un odio innato, la clave está en la falta de entendimiento entre los perros y los gatos. Estos animales tienen códigos de comunicación completamente opuestos. Por ejemplo, mientras que los perros mueven la cola para mostrar alegría, los gatos lo hacen para expresar irritación y desinterés. De igual manera, cuando un gato arquea el lomo, busca ser acariciado, pero para un perro, esta postura indica una amenaza.
El instinto natural del perro
El instinto cazador del perro juega un papel crucial en estos encuentros. En la calle, es mucho más común ver a un gato que a otros animales, lo que desencadena la reacción del perro. Aunque el perro suele iniciar el ataque, a menudo es el gato quien termina saliendo victorioso.
Convivencia pacífica: ¿es posible?
Existen perros que pueden convivir en paz con gatos. Esto se debe a que han perdido parte de su instinto cazador y se han acostumbrado a la presencia de los felinos. La convivencia armoniosa es posible cuando ambos animales aprenden a entender y respetar las señales del otro.
En resumen, la idea de que perros y gatos se odian es más un malentendido que una realidad. Con la comunicación adecuada y la adaptación, estos animales pueden vivir juntos en armonía.