Mario Vargas Llosa, uno de los más grandes exponentes de la literatura latinoamericana, dejó una huella imborrable no solo en el mundo literario, sino también en las tierras que lo vieron crecer, como la ciudad de Piura, en el norte del Perú. La historia del escritor peruano está marcada por su juventud en esta ciudad, donde dio sus primeros pasos en el mundo de las letras y donde se forjaron muchas de las experiencias que más tarde plasmaría en sus novelas.
Un adolescente prometedor en Piura
En 1945, Vargas Llosa se trasladó con su madre a Piura, ciudad en la que su abuelo Pedro J. Llosa Bustamante había sido designado prefecto. Allí continuó su educación primaria en el colegio Salesiano Don Bosco. Sin embargo, fue en 1952, con 16 años, cuando regresó a esta ciudad para culminar su quinto año de secundaria en el colegio San Miguel, al cuidado de su tío Luis Llosa. Este breve pero significativo período marcó el inicio de su carrera literaria.

Durante ese año, Vargas Llosa comenzó a colaborar con el diario local La Industria y presentó su primera obra teatral, La huida del Inca, en el teatro Variedades. Estos primeros pasos fueron fundamentales para definir su vocación como escritor. En palabras del propio Vargas Llosa, esos días estuvieron cargados de entusiasmo, descubrimientos y determinación.

Según José Elías Flores, director del colegio, Vargas Llosa sobresalió especialmente en Literatura, alcanzando un impresionante promedio de 90 puntos en esa asignatura. «Era un alumno muy bueno, y en literatura era el número 1», comentó el director, quien recuerda con cariño a Mario como un joven talentoso, pero también curioso y estudioso.
Aunque sus calificaciones en otras asignaturas no fueron tan destacadas, lo cierto es que su amor por las letras se hacía evidente, tanto en la escuela como en su vida personal. Su paso por Piura no solo fue una etapa académica, sino también el escenario de su encuentro con las primeras experiencias que marcarían su estilo narrativo: la observación de las relaciones humanas, la tensión social y, por supuesto, la realidad política que no dejó de ser un tema constante en sus escritos.

El inicio de su carrera literaria: «La Huida del Inca»
Durante su estancia en Piura, Mario Vargas Llosa también dio sus primeros pasos en el mundo de la dramaturgia. En 1952, presentó la obra de teatro La huida del Inca, una pieza que, aunque hoy probablemente se haya perdido, representó un momento significativo en su formación como escritor. Aquel joven de 16 años ya mostraba la inquietud por explorar el arte de contar historias, un interés que años más tarde lo llevaría a ser reconocido a nivel mundial.
La primera crónica de Mario Vargas Llosa sobre Piura
Entre los archivos de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) fue encontrada la primera, ignorada y no estudiada crónica periodística que Mario Vargas Llosa publicó en Piura un jueves 10 de abril de 1952 en el extinto diario La Industria, cuando él tenía apenas 16 años y recién había llegado de Lima. El hallazgo fue expuesto por el periodista Gerardo Cabrera Campos (Perú, 1991), quien prepara un libro sobre el año en que el Nobel vivió y trabajó en la región piurana.
“Apareció la ciudad alegre, joven, con su gente sencilla y sus calles estrechas y sus grandes casonas”. Así describe el futuro novelista a la ciudad de Piura en 1952, asemejando la actividad de su “Plaza Principal -ventilada por árboles enormes- a la reinante en las calles más céntricas de la capital”. Al joven Mario le asombraron las construcciones de algunos edificios, los lujosos automóviles, las anchas y nuevas avenidas, y varios balcones virreinales.
Cabrera Campos destacó la relevancia de este artículo, publicado hace 73 años, para los investigadores de la obra del novelista. El jovencísimo viajero Vargas Llosa, recién llegado de Lima, firmó con su nombre el artículo de seis párrafos en la parte superior de la página 3. De ese modo, iría ganándose la confianza de sus colegas y jefes directos hasta encargarse de dos columnas a partir de las semanas siguientes: “Buenos días” y “Campanario”.

La influencia de Piura en su obra
La presencia de Piura en la obra de Vargas Llosa es innegable. En su novela La casa verde, una de las más emblemáticas de su carrera, Piura tiene un papel crucial en la construcción del relato. Esta novela, que narra la historia de una casa-burdel en la ciudad, es un ejemplo claro de cómo el autor utilizó su conocimiento del lugar, su gente y sus realidades sociales para crear una obra literaria rica y profunda. La trama de La casa verde involucra a varios personajes que, al igual que el propio Vargas Llosa, experimentan los desafíos de la vida en Piura, pero también los contrastes de una sociedad en pleno cambio.

Hoy, Piura se enorgullece de haber sido parte del camino de Mario Vargas Llosa, y su nombre sigue siendo un símbolo de perseverancia, talento y compromiso con la palabra. Un legado que continuará inspirando a generaciones de escritores, lectores y jóvenes soñadores que, como él, creen que la literatura tiene el poder de transformar realidades y dejar una huella imborrable en el mundo.