No hay mejor forma de combatir el frío que con un vaso de emoliente. Esta bebida tradicional no solo ayuda a mantenernos calientes, sino que también cuenta con propiedades digestivas y fortalece el sistema inmune, convirtiéndola en una opción saludable para cualquier época del año. En esta nota te contamos los beneficios del emoliente y cómo prepararlo.
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Beneficios del emoliente
- Reduce el colesterol: La linaza, uno de los componentes principales del emoliente, es una fibra que ayuda a reducir el colesterol. Al hervir el emoliente, se obtiene una bebida viscosa debido a la fibra soluble que contiene, lo cual ayuda a disminuir los niveles altos de colesterol. Además, tiene un efecto hipoglucemiante, reduciendo el azúcar en la sangre, lo que resulta beneficioso para personas con diabetes tipo II y colesterol elevado.
- Ayuda a bajar de peso: El emoliente también puede ser un aliado en la pérdida de peso, especialmente si se reemplaza el azúcar por cáscara de piña. El mucílago, una sustancia viscosa presente en la linaza, forma una barrera entre los alimentos y las enzimas digestivas, proporcionando una sensación de saciedad que ayuda a comer menos.
- Fortalece el sistema inmune: Una de las ventajas más destacadas del emoliente es su capacidad para fortalecer el sistema inmune. El mucílago de la linaza tiene un efecto positivo en la microbiota intestinal, proporcionando nutrientes que fortalecen el sistema inmune y mejoran la mucosa intestinal. Con un sistema inmune fortalecido, se puede prevenir enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
- Antioxidante: La cola de caballo y otras hierbas presentes en el emoliente son ricas en antioxidantes, que tienen efectos antienvejecimiento y ayudan a reducir el riesgo de cáncer. Estos antioxidantes no solo benefician la apariencia externa, sino que también contribuyen a la salud interna del cuerpo.
- Mejora molestias gastrointestinales: El emoliente es también conocido por sus propiedades para aliviar molestias gastrointestinales como la gastritis. La cebada, otro de sus ingredientes, actúa como un diurético natural, ayudando a mejorar la digestión y reducir la inflamación del estómago, que puede ser causada incluso por el estrés.
- Su acción frente al resfrío: Gracias al limón, el emoliente es una excelente fuente de vitamina C, que ayuda a prevenir resfríos. Sin embargo, es importante consumir vitamina C durante todo el año, no solo en invierno, para mantener un sistema inmune fuerte.
¿Cómo preparar el emoliente peruano?
Ingredientes
- 1/4 de cola de caballo
- 1 uña de gato
- azúcar
- 3 cucharadas de linaza
- membrillo cortado en dos y sin pepas
- jugo de limón
- 1/4 de cebada tostada
- 1 cáscara de piña
- hierba luisa
- manzanilla
- 4 litros de agua
Preparación
- Primero, en una olla, hierve 4 litros de agua y, una vez hervido, agrega 1/4 de cebada tostada.
- Luego, añade 1/4 de cola de caballo, 1 cáscara de piña, 1 uña de gato, membrillo cortado en dos sin pepas y 3 cucharadas de linaza, dejando hervir por unos 30 minutos a fuego medio.
- Una vez hervido, agrega hierba luisa y manzanilla atadas, dejando reposar por unos minutos.
- Por último, deja reposar las hierbas, cuela el emoliente y colócalo en una jarra. Agrega el jugo de limón, que puede ser de 2 limones, y azúcar al gusto.