En una conocida librería del centro de la ciudad, la Policía Fiscal en conjunto con personal de la Físcalía de Prevención del Delito, hallaron juguetes que no contaban con el Registro Nacional, ni autorización de la Digesa.
En la librería Universal, se decomisó 30 rompecabezas, los mismos que serán remitidos para pasar por un análisis químico físico pues no contaban con los registros santarios correspondientes.
En caso excedieran los límites máximos de sustancias tóxicas, el propietario del establecimiento sería denunciado por el delito contra la salud pública en la modalidad de comercialización o tráfico de productos nocivos.
Hugo García Colan, fiscal adjunto de Prevención del Delito, indicó que los operativos continuarán en los próximos días, teniendo en cuenta que por estas épocas muchos padres de familia iniciarán las compras para el año escolar.