Las trufas de chocolate peruanas se han posicionado como una opción sencilla para quienes buscan un postre sin procesos técnicos. Esta preparación combina manjar blanco, chocolate bitter, leche condensada y leche evaporada para obtener una mezcla espesa que puede moldearse con facilidad luego del enfriado. El resultado permite elaborar trufas suaves sin recurrir al templado de chocolate, un método que suele complicar la elaboración casera.
Ingredientes para preparar trufas de chocolate peruanas
- 400 g de leche condensada
- 400 g de leche evaporada
- 200 g de chocolate bitter 60% de cacao (para la mezcla)
- 200 g de chocolate bitter adicional (para la cobertura)
- Aceite vegetal en pequeñas cantidades para formar las trufas
Preparación de trufas caseras con manjar blanco
El chocolate ha sido cortado y colocado en una olla junto con la leche condensada y la leche evaporada. Esta mezcla se cocina a fuego muy bajo, sin permitir que hierva, y se mueve de manera constante para evitar que el fondo se queme. El punto adecuado se alcanza cuando la textura se vuelve espesa y permite ver la base de la olla antes de cubrirla nuevamente.
Al obtener esta consistencia, la mezcla ha sido trasladada a un recipiente apto para congelador. Luego de enfriarse por completo, permanece en congelación por al menos cuatro horas. Debido al contenido de grasa y azúcar, no se solidifica por completo, lo que facilita el moldeado posterior.
Formado y cobertura de las trufas de chocolate
Durante el enfriado de la mezcla, se preparan los rulitos de chocolate. El chocolate adicional se calienta en el microondas en intervalos de cinco segundos hasta alcanzar una suavidad mínima que permita rallarlo sin quebrarlo. Los rulitos se mantienen refrigerados al menos 30 minutos para conservar su forma.
Con la mezcla ya firme, se aplican unas gotas de aceite vegetal en las manos y en una cucharadita. Se extrae una porción, se forma una bolita y se rebosa en los rulitos fríos. Si la masa se ablanda por el calor, se retorna al congelador antes de continuar. Las trufas se conservan en refrigeración, especialmente en temporada de altas temperaturas.


