La filigrana cataquense, considerada Patrimonio Cultural de la Nación, es realizada por cientos de artesanos de la localidad. Walac Noticias entrevistó a Carmen Prieto, una mujer emprendedora que decidió dejar su trabajo como agrónoma para explotar su creatividad artística en este negocio.

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Carmen Prieto es la propietaria de la joyería Quillari, donde exhibe sus trabajos hechos en filigrana a base de oro y plata. La técnica la practica desde hace 40 años, fue su madre quien le enseñó. “Es una tradición familiar, mi abuela le enseñó a mi madre y ella a mí y mis hermanos para poder ayudarla en su trabajo”, sostuvo.

Inicio de su emprendimiento

Pese a que aprendió esta labor desde niña, hace 8 años decidió abrir su propio local. “Yo antes trabajaba como agrónoma, hasta que decidí dejarlo y dedicarme exclusivamente a la joyería, ya que desde muy pequeña aprendí el arte de la filigrana y podía hacer muchas joyas”, indicó. La práctica, el talento y su creatividad han sido fundamentales para crecer en este negocio.

Foto: Walac Noticias/ Valeria Velásquez.

El material básico: oro y plata

Carmen nos comentó que muchos de los artesanos consiguen la plata y el oro del mercado informal. “Antes había un banco minero al que uno se podía inscribir para que le suministren el material, pero como actualmente ya no tenemos, desde hace un año conseguimos los materiales del mercado informal”, señaló.

Foto: Walac Noticias/ Valeria Velásquez.

La clave de su crecimiento

El éxito de su negocio, según Carmen, se debe a que hace uso de su creatividad. “No es solo darle un trabajo bien hecho a los compradores, sino también algo nuevo. La mayor parte de joyas que vendo son de mi propia creación”, destacó.

Es por eso que tiene una clientela fiel. Confecciona joyas a pedido, su elaboración con la técnica de la filigrana y sus diseños exclusivos le han permitido crecer en este negocio tan competitivo, por ser oriundo y uno de los más famosos de la localidad.

Carmen se siente orgullosa de su trabajo y cómo ha crecido en este arte de la filigrana, llegando a tener su propio negocio. Así mismo, hizo un llamado a los jóvenes, “este arte es tan bonito que deberían aprenderlo para que no se pierda, porque es patrimonio de Catacaos”.

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