La carachama es uno de los peces más consumidos por la población de la Amazonía peruana. La pesca intensiva debido a su alta demanda, sumado a la contaminación de ríos y cochas amenazan a esta especie. Ante ello, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) desarrolla un proyecto sobre su reproducción artificial y manejo para procurar su aprovechamiento sostenible.
Valor nutricional de la Carachama
Este pez prehistórico similar al bagre es protagonista de la tradicional gastronomía amazónica peruana. Cuenta con extraordinario valor nutricional. Dado que contiene proteínas, vitaminas A, C, E y B12. Así como minerales como fósforo, hierro y yodo que lo convierten en un poderoso aliado en la lucha contra la anemia y la desnutrición.
Su curioso nombre alude a la ausencia de costillas y espinas, lo que permite aprovechar al máximo su deliciosa carne. Por ello es preferido entre muchos otros peces y muy consumido en el ámbito rural de los departamentos de Amazonas, Loreto, San Martín, Huánuco, Ucayali y Madre de Dios.
Otra de las notables características de la carachama es que posee, al igual que el paiche, una resistente coraza dorsal. Conformada por gruesas escamas unidas de forma compacta como si fueran mosaicos para proteger su cuerpo.
Con excepción de la cabeza de forma achatada y triangular que posee a su vez una especie de casco. Sus ojos son hundidos y su boca se encuentra en la parte ventral y posee una especie de ventosa que le permite adherirse a las rocas en el fondo de los ríos y cochas.
Proyecto del IIAP de Carachama
En el año 2015, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), inició un proyecto para lograr la reproducción controlada en cautiverio de la carachama en sus variedades negra y parda. Para salvaguardar la especie de la pesca indiscriminada y la contaminación de los ríos, lagos, lagunas y cochas donde vive este singular pez selvático.