Se hacían llamar los “Vampiros de Mallaritos” por sus habilidades para apropiarse de combustible de dudosa procedencia. El mismo que luego vendían a los transportistas sin ninguna medida de protección, en Marcavelica. Así lo informó diario Correo.

Te puede interesar: 

|Castilla | Escolares marchan para sensibilizar en mantener las calles limpias

|Catacaos | Ministro de vivienda se compromete a ejecutar obras 

Por fortuna, sus actividades ilícitas estaban bajo la lupa de las autoridades que ayer allanaron tres inmuebles, decomisaron canecas con combustible y detuvieron a una persona.

Operativo

La mañana de ayer, personal policial de la Divincri Piura y representantes del Ministerio Público dieron un golpe en el centro poblado de Mallaritos.

En ese lugar, las autoridades allanaron tres lavaderos de carros el “Mechoso”, el “Canoso o Nuevo Amanecer” y el “Barbas”, ubicados en el Km 27 de la carretera Panamericana, los cuales eran usados como fachada para hurtar combustible. Así lo informó el Ministerio Público.

Decomiso 

Las autoridades decomisaron veinte galones de petróleo, así como los utensilios utilizados para extraer y vender el combustible como mangueras, embudos y balanzas.

En este caso han sido comprendidos Santos Eugenio Alvarado Ponce, alias “Canoso”; Francisco Javier Curay Coronado, alias “Barriga de Jebe”y Gefferson Rodrigo Mauricio Cruz, alias “Carmelo”.

Además Nelson Magno Alvarado Coronado, alias “Colorado” y Rudy Castro Ruiz, conocido como “Chito”.

Todos ellos son investigados por los delitos de hurto agravado en agravio de Petroperú, y suministro o tenencia ilegal de materiales peligrosos.

De todos ellos, solo el primero fue detenido ayer en la mañana, y este en su defensa alegó que era agricultor y que se dedicaba a cuidar el lavadero de carros.

Los Vampiros 

De acuerdo con las autoridades, “Los Vampiros” usaron los lavaderos de carros de fachada para, en complicidad con los chóferes de las unidades, sustraer el combustible empleando una marguera que conectaban al tanque de la unidad.

Algunos de estos vehículos eran cisternas de empresas particulares que tenían autorización para transportar petróleo desde Talara (Petroperú) con dirección a sus destinos.

Luego, el combustible sustraído era depositado en baldes y bidones para después ser vendido a los transportadores usando jarras y embudos.

No te pierdas esto en Instagram: 

En Twitter: