El 28 de noviembre del 2016 es una fecha que será recordada con tristeza por la gente que ama y no el fútbol. El avión que transportaba al plantel del Club Chapecoense de Brasil, el cual se dirigía a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana, se estrelló en un cerro antes de aterrizar. Fallecieron 71 personas y sobrevivieron 5.

Ha pasado más de un año y las autoridades colombianas concluyeron que la falta de combustible y la negligencia causaron la tragedia aérea.

De acuerdo con un informe de la Aeronáutica Civil de Colombia, la tripulación hizo caso omiso de la advertencia de que se estaba quedando sin combustible cuando estaban a 40 minutos de llegar a su destino. El documento precisa que, en lugar de aterizar en el aeropuerto más cercano, los responsables del vuelo siguieron hacia Medellín y la aeronave se quedó sin combustible.

Según el oficio, la empresa boliviana LaMia, responsable del accidente, planeó sin escalas el vuelo chárter entre Santa Cruz (Bolivia) y Rionegro (Colombia) y no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigida por las normas internacionales.

Gareca

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