La explotación infantil es un problema que viene creciendo cada día en las calles de las provincias de Sullana, Talara y Ayabaca, sobre todo en ésta época que vivimos por la pandemia de la COVID-19, donde muchos padres han perdido su trabajo. Así informó diario Correo.

La Fiscalía de Familia informó que, en lo que va del año, han encontrado a 50 menores, entre 8 y 17 años, que son obligados a trabajar en la calle por sus familiares.

Menores explotados

El fiscal Jorge Gómez Calle de la Fiscalía Provincial Civil y de Familia de Sullana manifestó que vienen trabajando, coordinadamente, con la Defensoría Municipal del Niño y Adolescentes (Demuna), Policía y otras instituciones para rescatar a los menores.

“Hay niños que están trabajando en las calles y muchos de ellos son víctimas de trata laboral y más ahora que está comprobado que la misma familia los puede someter a este tipo de trabajo o también con la utilización de terceras personas y en la actualidad están los extranjeros”dijo el fiscal Gómez Calle.

Asimismo, indicó que, tras identificar los casos de explotación (laboral) en menores, a nivel de Fiscalía de Familia intervienen preventivamente, captando e identificando a los menores que se encontrarían en esa condición para poder evaluar su situación personal y familiar.

“Hay niños y adolescentes que ingresan (al Perú) con sus padres o no estando con sus padres tienen la condición de refugiados, o también hay extranjeros que podrían estar en la condición natural de migración y esta está supeditada a que tengan la condición de refugiados”, añadió.

Sin embargo, explicó que la norma cambia cuando se trata del niño o adolescente en estado de abandono moral o se encuentra en riesgo o desprotección, y es ahí cuando intervienen junto a la Demuna.

Bebés involucrados

La subgerente de la Defensoría Municipal del Niño y Adolescente (Demuna) de Sullana y abogada, Deylú Espinoza, indicó que hay padres y familiares que usan a los hijos y hasta a los bebés para trabajar en las calles.

“Nos hemos encontrado con dos casos de menores pequeños de hasta de un mes donde la mamá en brazos los utiliza para poder trabajar en las calles”, indicó la abogada.

Explicó que si en la segunda vez son encontrados en lo mismo (haciendo trabajar a los menores), ellos como Demuna pasan todo al Juzgado de Familia del Poder Judicial, quienes se encargan de decidir que los menores, en el caso de extranjeros, vayan a un albergue por lo expuesto anteriormente.

Mientras que, con los menores peruanos, las autoridades ubicarán y averiguarán sobre un familiar directo para que se haga cargo (del niño), porque estarían frente a un hecho también de desprotección familiar.

Menores dejaron de trabajar

En el 2019 el Ministerio de la Mujer indicó que un total de 1,090 niñas, niños y adolescentes, dejaron de trabajar en las calles de las diferentes ciudades del país.

Además, durante dicho año, el Servicio Educadores de Calle atendió a un total 7,922 niñas, niños y adolescentes, de los cuales 4,308 son varones y 3,614 mujeres.

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