El departamento de Piura enfrenta una alarmante situación educativa que afecta a más de 400 mil alumnos, quienes han acumulado un retraso significativo en sus aprendizajes. Esta preocupante realidad encendió las alarmas en la comunidad educativa. Además, generó la necesidad imperante de evaluar y replantear los mecanismos utilizados para el reforzamiento educativo.
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Origen del problema
Este retraso en los aprendizajes, desde el 2017, se originó debido a las adversidades climáticas por el Fenómeno de El Niño, que impidió que el año escolar comience en las fechas previstas. Además, muchas escuelas se vieron imposibilitadas de abrir por los daños en sus infraestructuras u otros impedimentos.
Lamentablemente, los fenómenos naturales posteriores solo agravaron la problemática. En los años 2020 y 2021 la situación empeoró con el cierre de los locales educativos por la pandemia. Este contexto ha creado un desafío monumental en la educación de la región, y es necesario abordarlo con urgencia.
Estrategias
El especialista en Educación, José Lara Carrión, destaca que la Resolución Ministerial 045 del 2021 establece la obligatoriedad de implementar programas de reforzamiento escolar dentro de las aulas y durante la jornada educativa para los alumnos desde segundo grado de primaria hasta quinto año de secundaria.
Esta normativa proporciona un marco legal que los directores escolares pueden utilizar para diseñar pruebas diagnósticas que evalúen el nivel de competencia de cada estudiante. De este modo, adaptarán las clases y los materiales de enseñanza en función de las necesidades específicas de cada grupo.
Programas de reforzamiento
Existen ejemplos notables de programas de reforzamiento que están marcando la diferencia en los alumnos.
Organizaciones como Unicef, en colaboración con Plan Internacional, han desarrollado grandes iniciativas. Estas benefician a 500 estudiantes de primaria en Tambogrande y Chulucanas. Los programas proporcionan útiles escolares y clases de Comunicación y Matemáticas de máximo 4 horas por semana.
Un caso inspirador es el de Rosita, una niña de 11 años que gracias a uno de estos programas de reforzamiento, mejoró significativamente sus habilidades de lectura y comprensión. Ella solía enfrentar dificultades para leer con fluidez y logró avances notables en su educación y su capacidad para comprender los contenidos.
El reto de abordar este importante retraso en los aprendizajes en Piura es mayúsculo, pero los esfuerzos de instituciones educativas, organizaciones y especialistas están enfocados en revertir esta situación.
La comunidad educativa en Piura se encuentra comprometida en superar este desafío y garantizar que ningún estudiante se quede atrás en su camino hacia el conocimiento y el desarrollo.