La emergencia nos ha desnudado como país, las falencias e históricas postergaciones sobre todo en el sector salud nos pasa a diario una factura que solo se cobra con muertes tras muertes, vidas que se pierden. Frente a ello la ONG Tierra y Ser ha tomado algunas iniciativas.
En contraste con esta realidad también tenemos una cara de la moneda que nos trae positivismo, hombres y mujeres con una enorme vocación de servicio, con rasgos y actos heroicos que hoy se han puesto de pie, han enfrentado los miedos y rompieron la indiferencia sabiendo que ahora más que nunca hay miles que necesitan de ayuda.
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Organizaciones de voluntarios al servicio de los demás, como la ONG “Tierra y Ser” están cumpliendo una labor diaria y anónima que resulta fundamental para mantener a sociedades que tienen ganas de seguir las medidas de prevención pero también tienen las necesidades básicas como alimento para subsistir.
Ellos son un batallón de voluntarios en constante ayuda que se llaman así mismos, ‘ecoguerreros’.
Impacto ecosocial
Se fundaron como ONG el 2007 a raíz del terremoto de Pisco y en tiempo de “normalidad” dirigían sus esfuerzos principalmente en la ejecución de proyectos con impacto ecosocial.
En su página web se lee como sus objetivos: “Concientizar, capacitar y sensibilizar sobre la protección del medio ambiente, recolectando y reutilizando el plástico de las tapitas y las botellas de plástico chancadas, a través de su programa ‘Reciclando ando’.
Gracias a este programa de reciclaje, entregan artefactos ortopédicos a personas de bajos recursos y con capacidades especiales. Gestionan y brindan ayuda humanitaria sobre todo en desastres naturales”.
Hoy, en tiempos de pandemia este voluntariado no ha dejado de actuar. Y es que si algo hemos visto es que la solidaridad no entró en cuarentena y aquellos que siempre lo han hecho, volvieron a las calles para ayudar, gestionar y auxiliar vidas.
Por supuesto, no son tiempos “normales” las circunstancias los obliga a protegerse también cuando de entregar ayuda social se trata.
Así, “Tierra y Ser” viene cumpliendo una labor ardua y destacable en diversas regiones, y en Piura también dirigen sus esfuerzos para auxiliar a familias vulnerables.
Hasta ahora no se habían mostrado públicamente en medios pero cuando se trata de ser agradecidos, los piuranos también lo son. Además buscamos que estos ejemplos se destaquen cuando muchos pueblos también claman por ayuda.
Últimas acciones
Para “Tierra y Ser” gestionar y ser parte de un grupo humano que se impulsa también con donaciones colectivas de ciudadanos y empresas, es parte de su razón de ser y en esta pandemia siguen llevando ayuda.
Hace tres días en Tambogrande fue una sus últimas incursiones. Más de 3 800 pollos donados para igual número de familias en esta ciudad y sus caseríos como La Greda Nueva; Los Chuicas y El Pedregal.
Este 1 de junio, también los ‘ecoguerreros’ se pusieron de pie y llevaron más pollos a centenares de familias.
En El Arenal entregaron 500 pollos; en Amotape 800; en Tamarindo 500 en tres asentamientos humanos de Talara repartieron 500 y entre La Islilla y La Tortuga 550 pollos en total.
San Lucas de Colán, también se cuenta entre los beneficiados. Este martes 2 de junio junto a la Arquidiócesis y municipalidad de Chulucanas entregarán 2 000 unidades de pollos en esta jurisdicción. Toda una incursión regional en tiempos de emergencia.
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