Ixchel Anaya se ha enfrentado a varios obstáculos desde que fundó Ecopipo en 2009: ser mujer, ser madre, iniciar un negocio poco convencional, no haber recibido algún financiamiento por parte del gobierno o alguna incubadora, y vivir en Guanajuato, el estado donde la mayor inversión que se hace es a la industria automotriz.

Pese a los pronósticos, Ixchel no se detuvo, trabajó duro y comenzó un negocio poco tradicional en la zona en la que vive y ahora, además de conquistar Reino Unido y algunos países de Centro América, es mamá emprendedora que compite al nivel de las grandes trasnacionales productoras de pañales, como P&G, Kimberly-Clark. KC y Grupo P.I. Mabe. Aquí te contamos su historia.

Una oportunidad de negocio

Ixchel siempre tuvo deseos de emprender un negocio, sin importar si era grande o pequeño. Su interés por el cuidado del medio ambiente y su primogénito Adán, quien padece dermatitis atópica, la llevaron a confeccionar los primeros pañales de tela y a fundar Ecopipo.  

Como su primer hijo no podía utilizar otro tipo de pañal que no fuera de tela, decidió armar unos prototipos caseros. Ella recurrió al viejo recurso de las familias, su abuela Tete, quien fue pieza clave en la consolidación de Ecopipo, pues además de ser quién le enseñara a Ixchel a coser para vender los primeros encargos, fue el mayor apoyo económico para el crecimiento de la empresa.

Otras mamás se mostraban atraídas por el pañal casero, ya fuera por el tipo de piel de sus hijos, por el gasto que representa comprar pañales desechables o por las mismas ganas de querer cuidar al ambiente.

Sobre pañales

Un bebé durante sus primeros dos años de vida utiliza 6,000 pañales, que equivalen a tres toneladas de basura que tardará en desintegrarse de 300 a 600 años, según datos de la empresa. El objetivo no es crear pañales biodegradables si no, reutilizables.

Empezó sus ventas con 30 pañales al mes, después 50, y así sucesivamente hasta llegar a 300. .

Fue en 2013 cuando la empresa empezó a crecer, las ventas para Ecopipo aumentaron y sobre pasaron la producción.

Mamá emprendedora

Para Ixhcel vincular los dos roles más importantes de su vida, madre de cuatro niños,  Adán (8 años), Matías (6 años), Diego (4 años), Andrés (1 año 6 meses), y empresaria, ha sido una tarea difícil.

A sus hijos los conocían como los bebés ecopipo, pues siempre estaban en la empresa, en el taller cuando inició el negocio, se los llevaban a las exposiciones donde iban a vender e incluso los trabajadores los cuidaban.

“La gente me pregunta: ¿cómo le haces?  Pues ya están bien acostumbrados, ahora sí que esos bebés nacieron en una empresa. Adán, mi hijo mayor, me ha dicho que quiere ser paleontólogo o ecopipiólogo. Hoy sé que ellos están agradecidos”, recuerda entre risas Ixchel.

Estos años de experiencia como mamá emprendedora le han enseñado que debe hablarles con la verdad a sus hijos para que entiendan su rutina de vida, además de involucrarlos con el negocio en la medida de la posible.

Ecopipo en el mundo

Hace ocho años que nació esta empresa mexicana, que pasó de vender 50 a 6,000 – 8,000 pañales mensuales. Su principal canal de distribución es la venta por catálogo de mayoristas o minoristas, en su mayoría son mamás usuarias, pues el producto requiere de asesoría de cómo se debe de utilizar y lavar.

Están presentes en cada estado de la república, 350 distribuidores en todo el territorio nacional, también en Ecuador, Perú, Argentina, Guatemala, y en todas las ciudades de Reino Unido, en donde Ecopipo se posicionó dentro del top 5 de los mejores pañales ecológicos en 2016.

Además de los pañales reutilizables, que se pueden heredar a una siguiente generación, Ecopipo vende calzones entrenadores, pañales para natación, cobijas, baberos, detergentes ecológicos, bolsas para depositar los pañales sucios y toallas sanitarias lavables.