Durante su estadía en la ciudad de Chiclayo como obispo de la diócesis local, el hoy papa León XIV, Robert Prevost, mostró un marcado aprecio por la gastronomía del norte del Perú. La cocina lambayecana, en particular, dejó una impresión duradera en su memoria, destacando por su diversidad de sabores y su arraigo cultural.
- Te podría interesar: Cachemas encebolladas, típico plato piurano que debes preparar
Entre los platillos favoritos del pontífice se encuentra el tradicional seco de cabrito acompañado de arroz blanco y frijoles, un guiso emblemático de la región. También expresó su gusto por otras preparaciones típicas como el ceviche, el arroz con pato, las humitas verdes, el espesado y las tortitas de choclo.
Elementos que hacen única a la cocina de Lambayeque
La gastronomía de Lambayeque se caracteriza por una amplia variedad de ingredientes provenientes tanto del mar como de la tierra. Productos como pescados, mariscos, ajíes, hierbas, y cultivos originarios como el zapallo loche, se combinan con insumos introducidos durante el Virreinato —cebolla, ajo, limón, carnes— y aquellos traídos por la migración asiática, como el arroz, conformando una identidad culinaria única.
El conocimiento ancestral de las técnicas de cocción y el uso adecuado de los ingredientes frescos han contribuido al prestigio de la cocina local. Estos saberes son preservados y transmitidos principalmente en las picanterías y chicherías, espacios tradicionales donde la gastronomía mantiene su esencia.
Además de su valor culinario, la cocina lambayecana tiene una fuerte carga simbólica en la identidad cultural de la región. Cada 15 de junio se celebra el Día de la Gastronomía Lambayecana, una fecha en la que se rinde homenaje a esta expresión cultural.
Principales platillos representativos de la cocina chiclayana
- Chinguirito: Ceviche elaborado con pescado seco conocido como “guitarra”, acompañado de yuca, camote, zarandaja, lechuga y cebolla.

- Arroz con pato: Preparado con culantro, chicha de jora o cerveza, y presas de pato maceradas en una mezcla de ajíes y especias.

- Espesado: Guiso típico de los lunes hecho con choclo, zapallo loche y caldo de res.

- Seco de cabrito: Carne de cabrito cocinada con zapallo loche, ají panca y culantro, acompañada de arroz y frijoles.

- Humitas verdes: Masa de choclo molido con relleno de queso o carnes, cocida en hojas de maíz.

- Pepián de pavo: Guiso de origen monsefuano que utiliza choclo molido y pavo sancochado.

- King Kong: Postre tradicional a base de galletas rellenas con manjar blanco, dulce de piña y de maní.

- Dulce de zapallo loche: Mazamorra elaborada con zapallo loche, leche, cáscara de naranja y especias.

- Tortitas de choclo: Croquetas de maíz molido fritas, acompañadas de ceviche o sarsa criolla.

Estos platos, además de deleitar el paladar del papa León XIV, forman parte del acervo gastronómico de una región cuya cocina es considerada patrimonio cultural y motivo de orgullo para sus habitantes.