Antes de iniciar un negocio, un emprendedor realiza el siguiente proceso (algunos lo hacen con métodos sofisticados otros mentalmente, pero de que lo hacen lo hacen):

Estudian el mercado, preparan un plan de negocio, realizan un análisis estratégico, evalúan costo-beneficio. Si el beneficio supera al costo, vale la pena emprender el negocio, de lo contrario hay que buscar otras alternativas.

Una persona que tiene un negocio que le generar perdidas, tarde o temprano tendrá que evaluar la posibilidad de ir hacia otros mercados más rentables, o retirarse del negocio. Exactamente este mismo proceso es el que sigue el delincuente que asalta un transeúnte, el que ingresa a una casa para apropiarse de lo ajeno, el que roba.

Los potenciales delincuentes observan que a las personas que están en esta actividad les va bien, les reporta buenos ingresos y los niveles de riesgo a los que se exponen son mitigables y hay mercado para actuar.

Siguiendo la lógica, para acabar con la delincuencia, se debe trabajar en la reducción de ingresos y el incremento de costos. La alternativa para reducir el incremento de la delincuencia consiste en elevar fuertemente la función de costos, es decir aumentar la probabilidad de que el delincuente sea atrapado infraganti.

¿Cómo incrementar esta cifra? Con mayor vigilancia en puntos clave de la cuidad, permanente patrullaje móvil policial, los carros policiales y serenazgo solo deben ser usados exclusivamente para patrullar.

Hay que mejorar la participación ciudadana. ¿Cuántos testigos de un asalto llaman a la policía?, ¿Tenemos registrado el número de Serenazgo en nuestro celular? Ayudaría que la Municipalidad y la policía organicen a la ciudadanía para que contribuyan en esta tarea.

¿Estas medidas son suficientes? Definitivamente no. Al hacer la evaluación de costo puede ser que el delincuente ya tenga internalizado en su estructura de costo la posibilidad de ser atrapado y ya contabilizó como costo los honorarios de abogado y sobornos.

Se puede dar el caso que los delincuentes también tengan programado la probabilidad de ir a prisión, entonces tenemos que elevar el costo. Hoy en día es un lugar para el descanso. Saben que con dinero pueden obtener beneficios por parte del personal del INPE como, tres comidas, un espacio para dormir, ver televisión, sistema de comunicación por teléfono y descanso.

Aquí debemos obligarlos a ganarse los frijoles, la carcelería no tiene que ser placentera. Todo el personal que ingresa a un penal tiene que trabajar, generar ingresos para cubrir al menos el costo que le demanda al Estado mantenerlo en prisión.

También los ciudadanos debemos ser más cuidadosos para no invitarlo a actuar al delincuente. Recuerden que ellos escogen el objetivo, personas que trasladan mucho dinero, o tienen débiles sistemas de seguridad.

Considero que el plan de seguridad que pongamos en marcha, tendrá que incorporar una serie de medidas que tengan como objetivo eliminar los márgenes de rentabilidad de los delincuentes. La delincuencia tiene que ser una actividad no rentable, la evaluación costo beneficio tiene que ser siempre negativa.

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