Los hermanos Aníbal y Olger Yangua Guerrero supieron desde muy jóvenes que su pasión y futuro estaba entre ollas y sartenes. Con apenas 17 años, y con unas incansables ganas de salir adelante, empezaron a trabajar en diferentes locales de comida donde aprendieron los mejores secretos de la culinaria peruana.
Tras nueve provechosos años de trabajo en restaurantes, decidieron que ya era hora de abrirse paso en este competitivo rubro desde “abajo”. Armados de una carretilla y muchos insumos marinos, hicieron del delicioso ceviche piurano el plato preferido de quienes transitaban por la carretera Panamerica (frente a al ex Fábrica Textil) con bajo presupuesto.
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“Comienzas como todo negocio; no es fácil. No abres una carreta y viene la gente. De a poquito a poquito, un cevichito, dos cevichitos, tre cevichitos al día, a veces ninguno; pero a la gente le iba gustando y regresaban y traían un amigo más”, expresa Aníbal.
Nace “El Zurdo”
Para el 2017, el negocio era un éxito: los clientes se contaban por decenas y venían de diversos puntos de la ciudad atraídos por la rica sazón de Olger y los cómodos precios. Sin embargo, un nuevo reto se cruzó en el camino de estos hermanos. La ampliación y reconstrucción de la Panamericana los obligó a emprender la búsqueda de un nuevo espacio de trabajo.
Fue entonces que, arriesgando todo, decidieron dejar las calles e iniciar su propia empresa. Con ayuda de un banco, adquirieron un amplio terreno a un lado de la Universidad César Vallejo, el cual bautizaron como “El Zurdo”, en recuerdo a un apelativo con el que la clientela solía nombrar a Olger, quien en efecto es zurdo.
En esta nuevo etapa, la oferta de platos se amplió y con ello nuevos comensales irrumpieron en el negocio. “Ahora con el local podemos dar más variedad al cliente, tenemos la facilidad de poner una cocina y hacerles un chicharrón, un sudado, un seco de chabelo o un arroz con marisco”, menciona Aníbal.
El secreto del éxito
Aníbal Yangua Guerrero sostiene que el secreto de “El Zurdo” radica en haberse “acomodado al cliente” con precios accesibles y una exquisita sazón, sin descuidar detalles como el buen trato y la cortesía de la casa (cebada o limonada). “Nos acomodamos al cliente; hoy por él, mañana por nosotros”.
“Antes de iniciar un negocio hay que tener conocimiento de lo que te vas a lanzar, así como un buen producto y mucha paciencia, porque la gente va llegando poco a poco”, agrega.
Oferta de productos
La especialidad de “El Zurdo” son los ceviches, los cuales se pueden encontrar desde precios realmente accesibles a todos los bolsillos.
- Ceviche de filete (individual) S/8
- Ceviche de filete (fuente grande) S/22
- Ceviche mixto (pescado y conchas negras) S/13
Asimismo, ofrecen platos a la carta como ronda marina, chicharrón de pescado, arroz con mariscos, sudado de pescado y seco de chabelo. Pronto lanzaran tacu tacu al jugo y otros platos que se ajusten a los gustos del cliente.
Cambiando vidas
“El Zurdo” no solo es un negocio; es sobre todo un sueño hecho realidad que ha cambiado la vida de la familia Yangua Guerrero.
“Este trabajo al que me dedico de todo corazón sí ha cambiado bastante nuestras vidas. Hemos podido cambiar algo de nuestras comodidades: ahora vamos a comer al centro, al cine, y hemos comprado un carro para el negocio. […] lo que no tuvimos nosotros se lo estamos dando a nuestros hijos”, dice orgullo Aníbal.
Este negocio también tiene una proyección social. La mayoría de sus colaboradores son jóvenes estudiantes a quienes “El Zurdo” les brinda la oportunidad de trabajar en horarios flexibles para que no perjudiquen su desempeño en clases.
Planes de expansión
Los hermanos Yangua Guerrero tienen proyectado abrir dentro de poco tiempo un nuevo local de “El Zurdo” en el distrito de Castilla, donde prometen brindar la misma calidad del servicio al que ya está acostumbrado el público piurano.
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