El agua es esencial para el funcionamiento de los seres humanos y el medio ambiente, es la bebida más recomendada para mantenerse hidratados y conservar un peso adecuado. Sin embargo, muchas personas prefieren no tomarla por no tener sabor y la reemplaza por otras bebidas no saludables. En este punto, es recomendable optar por agua con gas.
El agua gasificada juega un papel importante y necesario, pues no deja de ser agua. Además, sus burbujas esconden beneficios poco conocidos que deberían ser incluidas en la dieta de todas las personas.
Ayuda a evitar digestiones pesadas
Este tipo de agua contiene ácido carbónico, un componente que estimula la secreción de jugos gástricos y facilita la digestión, ayudando a calmar los problemas del estómago. También ayuda a aliviar el estreñimiento y ayuda a los procesos digestivos que se desarrollan en el intestino.
Ayuda a reducir el hambre por más tiempo
Las burbujas que contiene el agua con gas pueden contribuir a que la comida permanezca en la primera parte del estómago por mucho más tiempo, lo que te hace sentir lleno.
Reduce el colesterol malo
El sodio que existe en el agua con gas ayuda a reducir el colesterol malo, según lo han demostrado varios estudios científicos. Y como si fuera poco, esta agua carbonatada también aumenta el colesterol bueno. Además, ayuda a cuidar la salud cardiovascular.
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Cero calorías
El agua gasificada es una opción más saludable que puede sustituir a otras bebidas gaseosas, las cuales contienen altas cantidades de azúcar y calorías y que, por ende, no son saludables ni te ayudan a mantener tu peso adecuado.