La salud visual es un aspecto fundamental que muchas veces se descuida hasta que aparecen molestias evidentes. Los problemas de visión asociados a la edad, como presbicia, catarata, glaucoma y degeneración macular, afectan principalmente a personas mayores de 40 años. El Dr. Florentino Sotomayor Sánchez, médico oftalmólogo, explica cómo la detección temprana y los controles periódicos permiten prevenir complicaciones graves y mantener la calidad de la visión.
Presbicia y catarata: cambios visuales frecuentes en adultos
La presbicia es la dificultad para enfocar objetos cercanos que aparece generalmente después de los 40 años. Este problema afecta a todos en algún momento de la vida y se corrige fácilmente con el uso de lentes correctores. No tratar la presbicia puede provocar fatiga visual y dolores de cabeza.
La catarata, por su parte, es la opacificación del cristalino, el lente natural del ojo, que reduce progresivamente la visión. Factores como la exposición prolongada a radiación ultravioleta, el uso de ciertos medicamentos como corticoides y enfermedades como la diabetes aumentan el riesgo. La catarata puede causar ceguera, pero es reversible mediante cirugía con lente intraocular, la cual tiene un pronóstico favorable si se realiza a tiempo.
Glaucoma y degeneración macular: riesgos silenciosos de la edad
El glaucoma es una enfermedad ocular que aumenta la presión intraocular y provoca pérdida irreversible de visión. La detección temprana mediante controles anuales, especialmente en personas con antecedentes familiares, es crucial para iniciar tratamientos médicos, con láser o quirúrgicos según el caso.
La degeneración macular asociada a la edad afecta la zona central de la retina, responsable de la visión detallada. Su desarrollo está relacionado con la edad, factores genéticos, raza y hábitos como tabaquismo, sedentarismo y exposición solar. Aunque no tiene cura definitiva, ciertos nutrientes y vitaminas pueden ayudar a ralentizar su progresión, mientras que procedimientos como las inyecciones de medicamentos antiangiogénicos se emplean en casos avanzados.
Prevención y cuidados diarios para la salud ocular
El Dr. Sotomayor recomienda que todas las personas mayores de 40 años realicen un examen oftalmológico anual para medir la visión, presión intraocular y detectar enfermedades tempranas. Evitar la automedicación, mantener una alimentación balanceada, proteger los ojos del sol con lentes adecuados y reducir hábitos nocivos como fumar son medidas preventivas clave.
En cuanto a los lentes de contacto, deben usarse de manera responsable, manteniendo una higiene adecuada, evitando dormir con ellos puestos y alternando con gafas ópticas tradicionales para prevenir resequedad ocular y otros problemas.
Enfermedades asociadas y cuidados específicos
Personas con diabetes deben controlar estrictamente sus niveles de glucosa para prevenir complicaciones como la retinopatía diabética, que puede derivar en hemorragias y desprendimiento de retina. Los pacientes con antecedentes familiares de glaucoma deben iniciar controles desde los 40 años, mientras que quienes presentan problemas de degeneración macular pueden beneficiarse de hábitos saludables y suplementos vitamínicos que protejan la retina.
El cuidado de la visión requiere prevención, controles regulares y hábitos de vida saludables. Detectar a tiempo problemas como presbicia, catarata, glaucoma y degeneración macular permite mantener la visión funcional y prevenir complicaciones graves, garantizando una mejor calidad de vida en la adultez.