Iquitos sufrió uno de los escenarios más trágicos del COVID-19 en el planeta. Pasó por tener cientos de muertos, colapso hospitalario y el drama de la falta de oxígeno medicinal. Hoy, sin embargo, el virus parece haberse extinguido en la práctica.

Esta ciudad ubicada en el corazón de la selva amazónica peruana se ha convertido en un complejo caso de estudio de la enfermedad. Pues paso de haber llegado a sus extremos más duros, a desinflarse de una forma dramática. Hasta tener en la actualidad tan solo mínimos de casos aislados y sin consecuencias clínicas.

Casos en Iquitos

En toda la región de Loreto, cuya capital es Iquitos, la semana pasada se reportaron tan solo cuatro casos de la enfermedad, y 19 la semana anterior. Según los datos que pudo consultar Efe, ninguno requirió ingreso hospitalario.

Fuentes del sistema público de salud reportan que en los hospitales de Iquitos había este viernes tan solo tres pacientes ingresados por COVID-19. Dos con sospecha de padecer la enfermedad.

También parece haber pocos muertos. Si bien existe aún en la zona un exceso de mortalidad respecto a los registros previos a la pandemia. En la propia ciudad de Iquitos, donde habitan unas 413,000 personas, la inmensa mayor parte de la población de la región, la normalidad parece haber retornado.

“Si, es verdad que ya casi no hay casos. Cuando uno conversa con colegas dicen que hay uno o dos casos por semana, como mucho. Durante la crisis hubo jornadas con 300 pacientes. Hasta 500 por día”, indicó Luis Runciman, decano del Colegio Médico de Loreto.

Inmunidad o casi

“La Dirección de Salud de Loreto hizo un trabajo de investigación, estratificado, por zonas, por edades, muy bien hecho. Encontró que la prevalencia del COVID-19 es de 74% en Iquitos. Esa prevalencia se ha repetido meses. Si es así, quedaría pues tan sólo un 25% de población que no ha padecido la enfermedad. Esos ahora son los casos esporádicos que se están dando”, indicó.

En ese contexto, Runciman apuntó que mientras España o Italia publicaron estudios de prevalencia que indicaban que sólo el 5% de sus poblaciones habían sido infectadas por el COVID-19, la lógica hacía pensar que una segunda ola masiva era una posibilidad grande.

“Pero esta región tiene una prevalencia mucho más alta, y así menos margen para que se de algo así. En Iquitos no se ve este comportamiento de segunda ola, hace varios meses que estamos con casos muy bajos, solo esporádicos. No hay una segunda ola, y eso se puede atribuir a la alta prevalencia en los meses del pico de la pandemia. Simplemente es que queda poca gente susceptible de enfermar”, razonó.

No bajar la guardia

Sin embargo, el decano médico de Loreto indicó que para la región “no ha pasado aún el gran riesgo”, y pidió mucha prudencia y no bajar la guardia.

“Sucede que no sabemos nada, no sabemos cuántos serotipos puede haber de la enfermedad. ¿Cuántos tipos de COVID hay? Podemos decir que pasamos uno, pero que llegue otro más agresivo, por eso debemos seguir preparados para lo peor”, indicó.

Del mismo modo se expresó el matemático y analista de datos Marco Loret de Mola, uno de los mayores expertos peruanos en el avance de la enfermedad, que si bien señaló a la “inmunidad de rebaño” como una posibilidad para lo que sucede en Iquitos, subrayó que son otros los puntos que permiten la atenuación de la enfermedad.

“Es bastante extraño, sí, que no haya tantos muertos ni contagios, y más si se tiene en cuenta que desde octubre se abrió totalmente la economía en la práctica. Pero también llama la atención que estén disminuyendo los casos en todo el país… Por eso yo me inclino a pensar que es más una consecuencia del esfuerzo colectivo de todos para prevenir, con higiene y precaución general, más que el efecto rebaño”, dijo Loret de Mola.

Asimismo, el analista advirtió que la matemática “sigue ahí” y que si en Iquitos aún resta un 30% de población por infectar, eso significa aún la posibilidad de “más pérdidas, y más fallecidos”.

“Para mi la inmunidad de rebaño no es la variable principal en esta situación, salvo que si puede ayudar en la conciencia de los ciudadanos, que se inspiran y ven una luz”, añadió.