Al hablar de merengue se nos viene al instante una receta que lleva las tradicionales claras de huevo en punto nieve y azúcar, este último prohibido para las personas con una dieta saludable ya sea por enfermedad o por elección. Pero, ¿quién dijo que no podría haber una opción para preparar postres con ingredientes que no pongan en riesgo la salud? La respuesta es afirmativa y la mejor opción es: el agua de garbanzos.
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¿Cómo se descubrió esta receta?
En el año 2014 Joël Roessel, un gastrónomo francés, descubrió que era posible batir el agua de la cocción de los garbanzos, o la que se emplea para su conserva, y obtener unos resultados idénticos a los conseguidos tras batir la clara de huevo. Desde entonces, otros profesionales de la gastronomía y grupos de cocineros veganos han ido experimentando para perfeccionar la receta y emplearla para la realización de múltiples postres.
Ingredientes:
- 1 lata de garbanzos
- 3/4 taza de azúcar
- 1 cucharadilla de extracto de vainilla
Preparación:
- Precalentar el horno a temperatura mínima. En una taza colocar el agua de garbanzos y la vainilla, batir a velocidad rápida.
- Luego incorporar poco a poco el azúcar.
- Cuando la mezcla alcance el punto de nieve, poner la mezcla en una manga decoradora y hacer los merenguitos. Es importante colocar papel de manteca en la bandeja.
- Los merengues no hay que cocinarlos, más bien hay que secarlos, por lo tanto lleva un buen tiempo. Esto depende del tamaño de los merengues. Lo ideal es cocinarlos durante una hora y media. ¡Disfrute!