Con apenas 19 años, Adriana Rebeca Cardoza Flores se ha convertido en una figura destacada de la bandera Auriverde. Esta joven, nacida y criada en el corazón de Catacaos, no solo representa belleza y talento, sino también un profundo amor por sus raíces y la tradición artesanal que define a su familia.
Catacaos, su hogar y su inspiración
“Catacaos es mi casa. Me siento muy orgullosa de mis raíces; de mi familia que son artesanos”, afirma Adriana con firmeza. Desde niña, esta joven ha estado inmersa en la alegría de los carnavales gracias a su madre y abuela, quienes, además de ser reconocidas artesanas de la emblemática calle Comercio, le enseñaron a valorar estas fiestas de jolgorio y color.
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Adriana, quien responde al cariñoso apodo de “Adrianita” en su círculo cercano, asegura que cada vez que recibe visitantes, no pierde la oportunidad de destacar la grandeza de su tierra y su gente. Su compromiso con Catacaos va más allá de lo personal: si logra coronarse como soberana del Carnaval del Bicentenario, dedicará su triunfo a todas las artesanas que, con sus manos hábiles, mantienen viva la tradición cultural de la región.
Una figura que cautiva y un espíritu resiliente
Con una altura de 1,63 metros y un peso de 55 kilos, Adriana destaca por su elegancia y una belleza natural que complementa su carácter amable y decidido. Sus ojos negros y expresivos, junto con una cabellera oscura que enmarca su rostro, reflejan la esencia misma de su tierra natal.
Pero Adriana no es solo belleza. Es una mujer multifacética que ha sabido combinar sus estudios con actividades que le permiten crecer profesionalmente. Actualmente, cursa la carrera de Aviación Comercial en un instituto piurano y domina técnicas de manicure y maquillaje, habilidades que le han ayudado a financiar parte de su formación académica.
El legado de su abuelita Silvia García
Uno de los personajes que más admira Adriana es su abuelita, Silvia García, una mujer trabajadora y artesana que le transmitió el arte del tejido en crochet. Este oficio familiar no solo le permite crear prendas únicas para ella y sus clientas, sino también mantener viva una tradición que define a su familia.
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Además, Adriana comparte con orgullo que su madre es una experta cocinera que la deleita con platos deliciosos. Inspirada por su familia, Adriana ha profundizado en el arte culinario, especialmente en la cocina asiática. “Si me visitan, me luzco con un lomito saltado, arroz chaufa o arroz tapado”, asegura con seguridad, demostrando su versatilidad y pasión por aprender nuevas habilidades.
Un sueño que se hace realidad
Ser reina de carnaval siempre ha sido uno de los grandes sueños de Adriana, y ahora, con el apoyo de su familia, amigos y seguidores, aspira a convertirse en la soberana del Carnaval del Bicentenario. Para lograrlo, se prepara concienzudamente en baile, modelaje y oratoria, aprovechando su experiencia como anfitriona en un recreo turístico.
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Este sábado 15 de febrero, Adriana confía en que su sonrisa, autenticidad y conexión con el público la ayudarán a conquistar tanto al jurado como a los vecinos de Catacaos.
Un mensaje para los jóvenes
Finalmente, Adriana deja un mensaje inspirador para los jóvenes que, como ella, enfrentan desafíos diariamente: “Que todo lo que hagan sea desde el corazón y no se rindan ante cualquier dificultad”.
Con su espíritu resiliente, su amor por Catacaos y su dedicación al trabajo artesanal, Adriana Rebeca Cardoza Flores no solo busca ganar una corona, sino también dejar un legado de orgullo y gratitud hacia su tierra y su gente.