El cuidado del cabello y la glándula sebácea es esencial para evitar la caída y conservar un cuero cabelludo sano. La pérdida capilar puede deberse a distintos tipos de alopecia, tanto temporales como permanentes. Con una rutina adecuada de higiene, productos apropiados y hábitos saludables, es posible mantener el pelo fuerte y con buena apariencia. En esta nota conocerás cómo prevenir la caída del cabello y qué medidas aplicar para protegerlo de factores externos como el sol o el agua de mar.
Qué causa la caída del cabello y cómo prevenirla
La pérdida del cabello puede presentarse en cualquier zona del cuerpo y suele relacionarse con la alopecia. Existen tipos congénitos, poco comunes, y adquiridos, que son los más frecuentes. Las formas no cicatriciales no dejan marcas y permiten la recuperación del pelo, mientras que las cicatriciales generan daños irreversibles.
Para prevenir la caída, se recomienda mantener una correcta higiene capilar. Lavar el cabello entre dos y tres veces por semana, aplicando un masaje activo durante unos 15 minutos, estimula la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y favorece el crecimiento.
Recomendaciones para un cabello sano
Elegir un champú adecuado según el tipo de cabello es clave. En casos de caspa, se debe optar por uno anticaspa; si el objetivo es fortalecerlo, se recomienda usar productos con extractos vegetales o complejos vitamínicos que estimulen la circulación capilar. Los masajes frecuentes con lociones capilares también ayudan a mejorar el flujo sanguíneo en la zona.
Durante el verano o ante exposiciones prolongadas al sol, el agua salada puede resecar el cabello. Por ello, tras bañarse en el mar, es importante lavarlo con un champú suave y agua tibia, enjuagando abundantemente. Además, se sugiere evitar la tracción mecánica causada por gomas o pinzas, así como el uso frecuente del secador. Dejar que el cabello se seque al aire libre y no sujetarlo húmedo contribuye a conservar su estructura natural y prevenir daños.


