La 97ª edición de los premios Oscar, de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, se llevó a cabo el domingo 02 de marzo, en el tradicional teatro Dolby de Los Ángeles, dejando momentos mágicos, otros inesperados y una serie de emociones, durante el transcurso de la ceremonia que, premio 23 categorías.
- Te podría interesar: El género de animación en la cinematografía peruana
La máxima ganadora de la noche, fue el filme independiente “Anora”, con cinco (5) estatuillas doradas en su haber, entre ellas, a mejor película y mejor dirección. Le siguió el filme “El Brutalista”, con tres (3) estatuillas; por el contrario, “Emilia Pérez”, la película con el mayor número de nominaciones de esta edición, se llevó a casa solo dos (2) galardones, de las trece (13) categorías en las que competía.

El comediante Conan O’Brien, anfitrión de la noche, cumplió con las expectativas, entregando un performance correcto y entretenido. Pero, si lo comparamos con presentadores de ediciones anteriores, tuvo una posición más contenida y relajada, respecto al uso del humor ácido, ya que la única broma más pesada pero inevitable, fue directo a la española Karla Sofia Gascón, nominada a mejor actriz por “Emilia Pérez”, en alusión a sus polémicos y controversiales tweets.
La gala, de acuerdo a datos oficiales, obtuvo un promedio de audiencia de 18,07 millones de espectadores en las cadenas ABC y Hulu, por las que fue transmitida, registrando una caída de 7%, con respecto a la edición pasada, que concentró 19,5 millones de espectadores; sin embargo, si logró un aumento del 3%, en la audiencia comprendida, entre los 18 y 49 años.
Apertura musical mágica y un premio cuestionable

La apertura de la ceremonia, fue el momento más mágico de la noche, con la impecable presentación de Ariana Grande y Cynthia Erivo, protagonistas del filme “Wicked”, quienes dieron cátedra de complicidad, habilidad vocal y virtuosidad interpretativa, luciendo un performance de canciones icónicas del universo del Mago de Oz, con temas como “Somewhere Over the Rainbow”, “Home” y “Defying Gravity”. Un momento, que formará parte de los números musicales más recordados de los premios Oscar.
Sin embargo, todo lo opuesto llegó en la categoría de mejor canción original, que inexplicablemente se otorgó a la canción “El Mal”, del filme “Emilia Pérez”. Un galardón bastante cuestionable, porque dicha pieza musical tiene una melodía básica y monótona; asimismo, sus intérpretes, las actrices Zoe Saldaña y Karla Sofía Gascón, no cantan, sino utilizan una voz hablada mal ejecutada (Sin técnica vocal) y; sobre todo, sin llegar a respetar el género que se pretendía establecer (Rap).
Si bien, el mensaje de la canción es una denuncia a la corrupción, el narco sicariato y los miles desaparecidos, no hay un tratamiento profundo ni respetuoso, ni en la música ni en la película, de una problemática tan compleja y vigente del pueblo mexicano, que tampoco, es ajena a los países latinoamericanos en general.
Lo increíble, además, es que “Emilia Pérez”, competía con otra de sus canciones “Mi camino”, interpretado por Selena Gómez, pero más sorprendente aún, es que arrebató el Oscar a grandes exponentes, como el genial Elton John, los compositores Abraham Alexander y Adrián Quesada, y la prolífica compositora Diane Warren, quien sigue batiendo récord, sumando 16 nominaciones en esta terna, sin haber obtenido una sola victoria. Una injusticia total.

Para cerrar con broche de oro, los ganadores a “mejor canción original”, los franceses Camille y Clément Ducol, junto con el director Jacques Audiard, luego de su discurso de agradecimiento, tuvieron un desconcertante, inoportuno e innecesario momento de canto, el cual, reafirmó porque la película francesa no merecía dicho premio.
Por otra parte, entre otros números artísticos, se realizó un homenaje al personaje y la franquicia de “James Bond”, con un performance de danza impecable, a cargo de Margaret Qualley y; un número musical interpretado por Lisa, Doja Cat y Raye, que lamentablemente, no fue nada memorable.
Las categorías de actuación
De las cuatro ternas de interpretación, las dos de reparto, eran las más predecibles, teniendo en cuenta que sus favoritos venían arrasando en las premiaciones precedentes; sin embargo, competían contra otros grandes contendientes e increíbles interpretaciones, que también merecían ganar el galardón. En general, este año, las ternas de interpretación han estado bastante reñidas.
En la categoría de mejor actor de reparto, Kieran Culkin, se alzó con la estatuilla dorada por su papel en “Un dolor real” (“A Real Pain”), película escrita, producida y dirigida por Jesse Eisenberg, quien, además, integra el elenco principal. Culkin, ganó el premio a sus colegas nominados, Yura Borisov, por el filme “Anora”; Edward Norton, por el filme “Un completo desconocido” (“A Complete Unknown”); Guy Pearce, por el filme “El Brutalista (“The Brutalist”) y; Jeremy Strong, por el filme “El aprendiz” (“The Apprentice”).

Por su parte, Zoe Saldaña, recibió el galardón a mejor actriz de reparto, por su papel de la abogada Rita Mora Castro, en “Emilia Pérez”. Saldaña, es una maravillosa actriz con un carisma envolvente, virtudes que la hicieron destacar entre sus compañeras de reparto, Selena Gómez y Karla Sofía Gascón, además de ser el soporte y lo más rescatable de la película; sin embargo, es indiscutible que tiene todas las capacidades para asumir roles mayores, en otros proyectos que estén a su nivel. Saldaña, en su discurso, muy conmovida, resaltó orgullosa ser hija de padres inmigrantes y tener raíces dominicanas.

En la categoría de mejor actor, Adrien Brody, repitió el triunfo, luego que el año 2003, ganara por primera vez el Oscar, con una impactante interpretación en “El pianista”. En esta ocasión, ganó por su papel en el filme “El Brutalista” (“The Brutalist”), donde da vida al arquitecto judío László Tóth, quien, tras sobrevivir al Holocausto, emigra a Estados Unidos, en busca del sueño americano. Curiosamente, los roles por los que triunfó en los Oscar, pertenecen a personajes sobrevivientes de la masacre de la Segunda Guerra Mundial. Brody, dio un discurso de 5 minutos y 40 segundos, el más extenso de la historia de los Oscar, algo acorde al filme que protagoniza, que tiene una duración de tres horas y media. Quizás el tiempo, le quito a su discurso, mucho de la emotividad y reflexión que buscaba.

La gran sorpresa de la noche, vino en la categoría de mejor actriz, donde la gran favorita era la actriz Demi Moore, quien por su inusual papel en el filme “La Sustancia”, venía arrasando en la temporada de premios, triunfando en los Globos de Oro, Critics’ Choice y SAG Award. Sin embargo, contra todo pronóstico, la nobel actriz Mikey Madison, finalmente, se hizo con la estatuilla dorada, por su papel en el filme independiente “Anora”.

Tanto Demi como Mikey, son el reflejo de pasión y compromiso, en los roles que interpretaron. Personalmente pienso, que Madison ganó, porque más allá de su magnífico desempeño (aprendió a hablar ruso, pole dance, acrobacias para sus peleas, etc.), el guion y específicamente su rol, le permitían explorar más capas de interpretación y demostrar mucha más versatilidad; del mismo modo, los personajes y la historia de la película “Anora”, son del tipo que llama la atención y gusta a la Academia.
Lo contrario, sucede con el filme “La Sustancia”, que es un thriller que mezcla suspenso, terror, drama y ciencia ficción, géneros que rara vez son premiados por la Academia, a pesar, que su peculiar historia es una crítica a una cruda realidad que atraviesan física y emocionalmente las mujeres (no sólo de Hollywood), a quienes después de cierta edad les hacen creer que pierden valor y son sustituibles.

Demi Moore, debió ganar, no sólo por su trayectoria y porque era su momento, sino porque demostró una excepcional capacidad histriónica, un hipnótico peso escénico y una interpretación que refleja su entrega en cuerpo y alma, a un personaje con el cual pudo sentirse fácilmente identificada, dentro de una industria cinematográfica, que ella misma pensó la había descartado por completo.
«Anora», la gran vencedora de la noche
De las seis (6) nominaciones que ostentaba el filme “Anora”, conquistó en (5) categorías, de las más transcendentales, entre ellas mejor película, mejor guion original, mejor edición y mejor director para Sean Baker, cineasta estadounidense, reconocido por las películas “Starlet” (2012), “Tangerine” (2015) y “The Florida Project” (2017).
“Anora”, cuenta la historia de “Ani”, una stripper y trabajadora sexual, cuya vida da un giro inesperado, tras casarse con el hijo engreído de un oligarca ruso, sin embargo, su cuento de hadas no será lo que esperaba. Baker, no sólo escribió el guion, sino también produjo, dirigió y editó la película, una hazaña que pocos realizadores pueden asumir, pero que, no es ajena sobre todo, a quienes de alguna manera hacen cine independiente.

Por su parte, la temática del trabajo sexual que aborda el filme, Baker, ya la había explorado en su quinta película “Tangerine”, filmada con tres teléfonos iPhone, que narra la historia de una trabajadora sexual transexual, que descubre un engaño de su novio y proxeneta.
“Anora”, que también ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2024, se impuso ante otros nueve filmes, en la categoría mejor película: “The Brutalist” (“El Brutalista”), “A Complete Unknown” (“Un completo desconocido”), “Cónclave”, “Dune: Parte dos”, “Emilia Pérez”, “Aún estoy aquí” (“I’m Still Here”), “Nickel Boys”, “The Substance” (“La sustancia”) y “Wicked”.
El talento internacional destaca
Uno de los momentos más importantes de la noche para Latinoamérica, fue el triunfo de la película “Aún estoy aquí” (“I’m Still Here”), porque significó el primer Oscar para Brasil, en la categoría de mejor película internacional. El filme, dirigido por el reconocido director Walter Salles, también estuvo nominado en la terna de “Mejor Película” y su protagonista, la icónica actriz Fernanda Torres, obtuvo una nominación como mejor actriz.

En la categoría de mejor película internacional, “Aún estoy aquí” (“I’m Still Here”), compitió y triunfó ante otros filmes de diversas nacionalidades, entre ellos “La chica de la aguja”, de Dinamarca; “Emilia Pérez”, de Francia; “La semilla de la higuera sagrada”, de Alemania y; “Flow”, de Letonia.
Si bien, “Flow”, no ganó en la terna de “mejor película internacional”, el hecho de haber estado nominada en dicha categoría, es un importante logro que rara vez consigue una película de este género. No obstante, el logro más grande del filme animado, es haberse llevado a casa el Oscar a “mejor película de animación”, un triunfo histórico para Letonia, ya que es la primera vez que una película de dicho país, compite en los Oscar y con una doble nominación.

Gints Zilbalodis, director de “Flow”, hizo gala de su notable habilidad, sin diálogos y con un bajo presupuesto, para recrear esta película que cuenta la historia de un gatito negro, que, tras una catástrofe ambiental, tiene que sobrevivir junto a un grupo de animales. Increíblemente, la animación del filme se realizó con Blender, un software libre y de código abierto. El resultado es una obra maestra, no sólo a nivel visual estético, sino a nivel narrativo, ya que, sin ningún diálogo, la historia y sus personajes logran transmitir, emocionar y sensibilizar al espectador, siendo ello su mayor hazaña.
Finalmente, “No other Land”, filme que denuncia la segregación en Cisjordania, ganó en la categoría de “mejor corto documental”, sus realizadores Basel Adra, Rachel Szor, Hamdan Ballal y Yuval Abraham, entregaron los discursos más potentes de la noche, en contra de la violencia y desplazamiento que sigue azotando su comunidad y una crítica al gobierno de los Estados Unidos, cuya política exterior, de acuerdo a uno de ellos, está bloqueando una solución al conflicto israelí-palestino.

Datos
- Durante la gala, una comisión de bomberos de Los Ángeles, participaron y en cierta manera recibieron un homenaje, por su trabajo durante los incendios forestales que azotaron dicha ciudad.
- La sección “In memorian”, homenaje póstumo a estrellas que recién fallecieron como Gene Hackman y David Lynch, generó polémica, ya que olvidaron mencionar a celebridades como Michelle Trachtenberg, Tony Todd, Chance Perdomo, Alain Delon, Silvia Pinal, Tony Roberts, Linda Lavin, James Darren, Mitzi Gaynor, Martin Mull, Shannen Doherty, Olivia Hussey y el documentalista Morgan Spurlock.
- Adam Sandler, hizo una sorpresiva aparición, vestido con short y sudadera, sentado entre el glamour de los invitados. En respuesta, a las burlas del presentar por su atuendo, fue enfático en señalar que se sentía cómodo y no le importaba como estaba vestido, porque simplemente es una buena persona.