En cumplimiento a la sentencia de la Tercera Sala Constitucional de la Corte Superior de Lima, María Teresa Benito Orihuela accedió al derecho a una muerte digna el pasado viernes 3 de mayo, a los 66 años de edad. La abogada Josefina Miró Quesada Gayoso, en un comunicado, informó que se le retiraron todos los soportes de vida tras una sedación paliativa, y que falleció rodeada de su familia.
María Benito vivió más de 10 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad incurable y degenerativa que la dejó totalmente inmovilizada. Ella era solo capaz de comunicarse con movimientos de ojos. Su caso se convirtió en un símbolo de la lucha por el derecho a una muerte digna.
A pesar de la sentencia a favor de María Benito, EsSalud obstaculizó el cumplimiento del fallo en varias ocasiones, alegando objeción de conciencia. Después de cinco meses de litigio, el proceso judicial finalmente respaldó su decisión de rechazar tratamientos médicos que prolongaran su vida y sufrimiento.
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Otro hito en el Perú
El caso de María Benito es otro hito en la lucha por el derecho a una muerte digna en el Perú, después del caso de Ana Estrada, quien accedió a la eutanasia en abril de este año. María Benito se convierte en la segunda mujer peruana en acceder al derecho a una muerte digna, sentando un precedente importante en la jurisprudencia peruana.
En una carta compartida por su abogada, María Benito agradece a sus seres queridos por su apoyo durante su lucha y deja un mensaje de reflexión sobre el derecho a una muerte digna. A pesar de su amor por la vida, decidió que en sus condiciones actuales, no deseaba continuar sufriendo ni hacer sufrir a su familia.