Según el psiquiatra Guillermo Ladd, las personas que incumplen las reglas de manera permanente y en diversos planos de la vida, sobre todo aquellas dictadas por las autoridades, reflejan también la falta de autoridad en sus propios hogares.
El experto del área Adulto y Adulto Mayor del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) Honorio Delgado – Hideyo Noguchi dijo a la agencia Andina, que los lamentables hechos ocurridos en Los Olivos demuestran una vivencia distorsionada de las reglas.
Esta situación va más allá de la pandemia, es algo más profundo y estructural como la falta de autoridad generalizada. La cual tuvo y tiene su origen en el hogar.
“Hay muchos problemas de crianza, muchos hogares que están criando a gente narcisista, sin principios, que no respeta a la autoridad. Si no respetan a sus propios padres, no es posible imaginar que respeten a la autoridad estatal. Estas personas siempre piensan que primero son ellos”, comenta el especialista.
Asimismo, el psiquiatra Guillermo Ladd comenta que cuando las personas salen fuera de la hora permitida y acuden a fiestas sabiendo el peligro que encierra para su salud y la de otros, solo evidencian “la victoria de su ego contra el Estado, lo cual es un absurdo”.
“Lamentablemente, no hay forma de controlar la conducta ajena que no sea con la ley”, sostiene.
En los niños, aún puede cambiar educándolos, pero si en los adultos, solo queda aplicar la ley con todas las responsabilidades del caso. “La intervención policial (en Los Olivos) era lo que tenía que hacerse”.
Frente a la pregunta de si la muerte de las 13 personas ocurrida en la discoteca de Los Olivos este fin de semana tendría un efecto disuasivo. Ladd reflexiona que, «solo lo tendrá entre las personas que tienen conciencia de las cosas, algo de madurez. Para el resto, solo será una noticia más».
Los infractores de esta pandemia
El psiquiatra sostiene que los infractores de esta pandemia siempre encuentran razones para salir de casa. Y si algo sale mal, buscarán también a quien culpar.
«La autoridad existe, pero estas personas no solo las niegan sino que las acusan de lo que les pasa. En ellas hay un afán interesado en no sentir controles», señala Ladd.
«Es muy probable que muchos de ellas vivan en los márgenes de la ley y la economía. No sorprende que algunos de ellos hayan sido delincuentes, como creo ha ocurrido”, agrega.
Explica que esa es una de las razones del intento desesperado por huir del lugar cuando entra la Policía, como ocurrió en la tragedia de Los Olivos. Pues, se comprobó que, «no hubo una bomba lacrimógena, ni disparos. Solo hacer cumplir la ley y detener a las personas que estaban incumpliendo la normativa”.
Para Ladd, es importante destacar que el incumplimiento de las normas no es un problema exclusivo de los conos de la ciudad o de los lugares más desfavorecidos del país.
“Ese incumplimiento se da en todos los estratos económicos porque en todos hay gente inconsciente, que puede ser sociópata, que no le importa el sufrimiento de los demás. Esto no es solo de la gente pobre”.
Lo que está pasando, indica, es una alerta, una expresión de lo que debe estar pasando a nivel mucho más grande, macrosocial.
Pero siempre dentro de los sectores marginales de la autoridad peruana que no distingue distritos, ni sectores económicos, solo con la diferencia que algunos podrán ser más escandalosos y llamativos.
El experto en salud mental considera que hay mucha gente que no termina de entender la magnitud del problema. Ya sea por la poca educación que pueda tener al respecto o por la falta de acceso a información adecuada. Sin embargo, también están los otros que la tienen y no les importa.
Frente a la falta de temor
Entre algunas personas que acuden a las “fiestas covid” hay un impulso a morir, advierte el especialista del INSM.
“Hay mucha gente que no cree en la infección y, al acudir a estas fiestas, buscan probar que no pasa nada, que es algo simple. Que los medios y el Gobierno están exagerando, que los están engañando. Hay mucha gente negacionista”.
A estas personas, anota, se les ha criado para no respetar las normas, para no empatizar con los demás y menos con su sufrimiento.
“Si a uno lo educaran en respetar las normas de la casa, en el valor del dolor ajeno, es decir empatizar con el otro, esto no ocurriría. Estas personas posiblemente no han sido favorecidas con ese tipo de crianza y en la escuela tampoco la han recibido”, comenta.
Recomendaciones para los padres
Para los padres con hijos jóvenes que están haciendo un gran esfuerzo para evitar que salgan de casa o asistan a reuniones sociales, les recomienda continuar dialogando con ellos, aunque parezca que van a perder la batalla.
Solo queda conversar y mucho para hacerles entender la dimensión de esta pandemia y nunca perder la autoridad, afirma, poniendo énfasis en lo último.
“Se tiene que seguir hablando, ejerciendo la autoridad. Con los hijos menores tiene que ejercerse la autoridad y quien no la ejerce es porque definitivamente no la tuvo antes y no la tendrá ahora”, comenta.
Todas las semanas hay detenciones, fiestas, jaranas y aun así la gente sigue sin cambiar la conducta, es una pena, subraya.