El Ministerio de Salud (Minsa) advirtió que un niño que no crece al ritmo esperado, que luce demasiado tranquilo o que baja de peso sin causa aparente podría estar enfrentando un trastorno de la tiroides. Reconocer estas señales a tiempo es esencial para evitar daños irreversibles en la salud y el desarrollo.
El doctor Luis Rómulo Lu De Lama, jefe del Servicio de Endocrinología y Metabolismo del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) Breña, explicó que el hipotiroidismo puede estar presente desde el nacimiento o desarrollarse años después. En el caso congénito, el tamizaje neonatal resulta decisivo, pues una detección tardía puede dejar secuelas mentales permanentes.
Hipotiroidismo y sus efectos en los menores
Cuando el trastorno aparece durante la niñez, los síntomas incluyen un crecimiento lento, dificultades de aprendizaje, retraso motor y un comportamiento excesivamente pasivo. También se manifiestan signos físicos como voz ronca, cara hinchada, cabello reseco y abdomen prominente.
Por ello, el especialista subrayó la importancia de asistir a los controles de crecimiento y desarrollo (CRED) entre los 2 y 4 años de edad cada tres meses, con el fin de identificar anomalías.
Hipertiroidismo infantil: exceso de energía y riesgos
En contraste, el hipertiroidismo en niños suele confundirse con un exceso de vitalidad, aunque en realidad conlleva riesgos importantes. Los menores presentan hiperactividad intensa, insomnio, sudoración excesiva, pérdida de peso llamativa y una constante sensación de calor. En algunos casos, el cuello aumenta de tamaño por la inflamación de la glándula tiroides y los ojos sobresalen.
Diagnóstico temprano, la clave para el desarrollo saludable
El tratamiento varía según el diagnóstico: el hipotiroidismo requiere la administración diaria y de por vida de hormonas, mientras que el hipertiroidismo se controla con medicamentos que reducen la producción excesiva.
El Minsa exhortó a los padres a no subestimar los cambios en el crecimiento, el comportamiento o la apariencia de sus hijos. Un diagnóstico oportuno y un tratamiento supervisado por especialistas permiten que los niños con trastornos tiroideos crezcan de manera saludable y desarrollen plenamente sus capacidades.