Según el Servicio Nacional Forestal y Fauna Silvestre (SERFOR), cada año, 5000 especies son rescatadas del tráfico ilegal de animales silvestres a nivel nacional. Piura no es ajena a esta problemática.
Según el fiscal provincial de Medio Ambiente, Néstor Sosa, en nuestra región los animales que más se trafican son los monos machin y aves cabeza roja. Agregó que, por lo general, estas especies se encuentran en centros recreacionales o restaurantes campestres que los usan como atracciones.
“Durante nuestras intervenciones lo que más se ha encontrado monos machín en los lugares de esparcimiento y aves cabezas rojas. Esas dos especies son las más comunes. Aunque el año pasado encontramos el caso de un cocodrilo en Sullana, en un restaurante campestre cerca del río Chira”, dijo.
Por su parte, Max Guerra, responsable de la Administración de Fauna Silvestre de Piura de SERFOR, aseveró que “el tráfico de animales es uno de los delitos más recurrentes y Piura, como zona fronteriza, cumple un rol importante en el transporte de especies”.
El trabajo fiscal
Sosa explicó que en Piura existen dos fiscalías provinciales en materia de prevención ambiental. Cada una cuenta con tres fiscales, y cada fiscal con tres ayudantes. Las 18 personas son las encargadas de velar por el medio ambiente, lo que incluye el tráfico ilegal de animales silvestres. Además, trabajan articuladamente con el SERFOR y la Dirección de Medio Ambiente de la PNP.
Sumado a ellos, se encuentran 13 personas de SERFOR especializadas en la lucha contra la venta ilícita de especies. Este grupo es liderado por Guerra. A las Fiscalías Especializadas en Materia Ambientas y SERFOR se suma la Dirección de Medio Ambiente de la PNP.
“Nosotros no solamente vemos fauna, atendemos casos de contaminación, minería, tráfico ilegal de productos forestal, especies acuáticas. Nuestro campo de acción es amplio, pero nos acomodamos a las circunstancias. Aunque nuestro personal es mínimo, es suficiente para cumplir con el trabajo”, comentó Sosa.
El fiscal afirmó que de la mano con SERFOR y la PNP realizan operativas constantes para prevenir el tráfico ilegal de fauna. En ese sentido, señaló que toda persona involucrada en este delito puede ir a la cárcel por entre 3 a 5 años. También se aplican multas que van desde 0.1 UIT hasta 5000.
“Los animales silvestres no son mascotas. Para obtener esa especia, ha tenido que pasar muchas penurias porque son sacados de sus hábitats naturales. Como consecuencia, se altera el equilibrio ecosistema y el equilibrio que estos cumplen”, enfatizó el responsable de la Administración de Fauna Silvestre de SERFOR.