La actual situación que vive Piura en la elección de su alcalde nos hace reflexionar serenamente sobre si debe quedar la legislación tal como está o ¿se debe establecer como corrección lógica una Segunda Vuelta entre los dos más votados?

No es posible que haya lugares del Perú, donde el alcalde es elegido mediante una moneda al aire debido al empate, y lo más grave es que asuma su cargo el alcalde electo con la cantidad que haya alcanzado, así sea el 14%.

En estos casos, el 86% no votó por esa opción. Ese porcentaje de población no se identifica con su alcalde y por eso cada vez que hay elecciones, hay revuelcas, acusaciones de fraude, ataques y más. Digamos que todos los alcaldes que nacen con menos del 30%, nacen heridos de muerte de legitimidad.

Hace poco en un distrito de Ica eligieron al alcalde con una moneda al aire, una forma bastante injusta para elegir a una autoridad. Una segunda vuelta daría legitimidad al ganador y obligaría a que haya menos candidatos en la primera vuelta.

Asimismo, la cifra de regidores por cada agrupación debe provenir de las cifras reflejadas en las urnas. Es hechizo y falso que un candidato que solo tuvo 15% en las elecciones tenga la mayoría de regidores, porque eso no viene de la realidad. Cada agrupación debe tener los regidores que sacó en el porcentaje ganado.

Creo genuinamente que estas reflexiones que hago, deben convertirse pronto en una realidad legal. Un marco legal más justo y más real ayudaría a que los alcaldes, los candidatos, las agrupaciones políticas y los ciudadanos sean más responsables a la hora de elegir. Ni más ni menos.

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