Para este 2021, el Gobierno central asignó S/. 2,244 millones al sector agrícola, 22% menos que el presupuesto del año anterior. Además, la propuesta sobre la segunda reforma agraria viene generando comentarios a favor y en contra de varios actores de interés. Frente a esta situación, Manuel López, especialista del sector agronegocios, identificó los principales desafíos de esta industria en este nuevo gobierno entrante.
En las últimas semanas, el Gobierno ha lanzado dos grandes propuestas para el sector agrícola. Por un lado, busca el fortalecimiento de la agricultura familiar que lleve a los pequeños productores a ser proveedores del Estado. Por otro lado, el poder Ejecutivo está buscando caminos para fortalecer e impulsar las asociaciones y cooperativas de pequeños productores.
Frente a esta situación, uno de los retos que representan estas propuestas es lograr que los agricultores sean eficientes y competitivos. “La agricultura es un negocio de volumen, con un bajo margen. Si la producción es pequeña, la rentabilidad bajará y no podrá ser rentable ni sostenible; afectando la estabilidad económica de la familia del productor”, comentó Manuel López, director de la maestría de Dirección de Agronegocios del PAD.
Además, el especialista afirmó que no se trata solo de tener los productos para vender; en cambio, se trata de ser competitivo respecto a los precios del mercado actual. “De lo contrario, las compras estatales podrían convertirse en una pantalla que cubra con fondos públicos la ineficiencia de sistemas productivos costosos. Esto irá en contra de la economía nacional”, reflexionó López.
Agricultura a gran escala
Asimismo, el impulso de la agricultura a gran escala es beneficioso si se da desde asociaciones o cooperativas. “Sin embargo, no habrá sistema asociativo o cooperativo que resista si no se logra un mínimo de productividad a nivel de parcelas individuales; llevada a una mayor escala comercial se traduzca en beneficios para los asociados”, comentó el especialista del PAD.
Frente a esta situación, los desafíos más latentes sobre el sector estarían determinados por aspectos técnicos. “Es importante que los cambios empiecen también por mejorar las semillas; así como también, la accesibilidad al riego y el control de plagas”, afirmó el director de la maestría de Dirección de Agronegocios.
En relación a las exportaciones en Perú, donde sus ventas totales representaron el 20,81% del PBI en el 2020, aún hay incertidumbre por la falta de claridad en la política exterior. “Este otro brazo de la agricultura, que genera divisas, necesita tener un panorama más claro en relación a los tratados de libre comercio; así como también, accesos de nuevos mercados y al trabajo de desarrollo de protocolo de exportación”, agrega López.
Principales consecuencias de la inflación de precios
Según el especialista, la crisis económica e inflación que se está viviendo a nivel global perjudicaría al sector agrícola en mediano y largo plazo. Estas serían algunas consecuencias:
- El sector agrícola está siendo muy precavido frente a esta situación política y económica que se está viviendo. En consecuencia, los productores agrícolas no han pensado en incrementar su área de producción para las campañas del próximo año por la incertidumbre que actualmente se vive.
- En relación a la subida de precios, los productos de esta campaña, obtenidos gracias a la producción del año pasado no se han visto perjudicados con el alza de precios. Sin embargo, si la inflación continúa, sí perjudicaría el precio de sus productos en las próximas campañas por el alza en el costo de los insumos.
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